Las tarjetas de crédito cada vez las dan con mayor facilidad y muchas personas aceptan una con el propósito de tener una mayor posibilidad de financiar sus compras o afrontar emergencias.
Sin embargo, si no se usan de la marera adecuada, lo que iba a ser una ayuda puede terminar por convertirse en un auténtico dolor de cabeza que puede ahogarlo en una deuda.
“Adquirir una tarjeta de crédito es acceder a un financiamiento de manera inmediata, por lo que primeramente hay que conocer bien la responsabilidad que conlleva, así como los beneficios que está adquiriendo”, afirmó Edwin Céspedes, director de Medios de Pago en Davivienda.
Antes de aceptar una tarjeta se debe de tener claro cuáles son las condiciones que le ofrecen y si son varias, valorar la que más le conviene.
Existen los planes de acumulación de millas viajeras o de puntos para canjear en sus compras y las que le devuelven un porcentaje.
Una vez seleccionado este punto, valore los beneficios, como tasa cero que ofrecen algunas o descuentos que mantienen en diferentes comercios.
Es muy importante mantener un orden, organizar el presupuesto, para saber cuánto se puede gastar.
Además cuando va a hacer una compra estar seguro que podrá pagar antes de la siguiente fecha de corte.
En este sentido, es pertinente tener claras las fechas de corte de compras y de pago para garantizar una administración del periodo de financiamiento.
Ahora bien, si por algún motivo sabe que no la va a poder cancelar en el corte, verifique la tasa de interés mensual.
Finalmente, el mejor consejo es ser precavido y cuidar las tarjetas. Incluso, un seguro no está de más.