Soy una mujer de 26 años divorciada. Siempre he tenido una vida sexual que puede considerar buena y que disfruto. Me separé hace un año y ahora estoy empezando a salir con un muchacho. No hemos tenido relaciones, pero ayer el comenzó a acariciarme la zona vaginal y de un momento a otro sentí un orgasmo raro y se me salió un montón de líquido que empapó las sábanas. Él se puso muy contento y me dijo que era el punto G, porque el líquido no tenía el olor a orina. Yo me sentí extraña y avergonzada.
Este es el relato típico de la mujer que experimenta la eyaculación femenina. Recordemos que esta se produce cuando se estimula, sea con la mano o el pene, el punto G, que algunas mujeres tienen y se localiza en la porción superior de la pared vaginal. En estos casos, en el momento del mayor placer orgásmico la mujer experimenta el deseo imperioso de pujar y, justo al hacerlo, sale cierta cantidad de líquido por el caño de la orina, que no es orina sino precisamente el eyaculado femenino.
Los volúmenes varían de una mujer a otra, pero en general son cantidades importantes; a veces superan el medio litro y, por ende, comúnmente se empapa la ropa de cama. Otra característica es que el líquido sale con mucha fuerza y puede alcanzar hasta varios centímetros de distancia. Muchas de estas mujeres se sienten inhibidas porque les da vergüenza que sea orina, y por eso se privan del deleite de este tipo de orgasmo.
Hoy, con las imágenes y videos en internet, las parejas comienzan a verlo como un deleite apetecido, y muchas exploran su sexualidad para saber si tienen la posibilidad de experimentar esta clase de sensaciones. A diferencia de hace unos años, hoy los varones se regocijan cuando esto sucede, y es común que con el tiempo tanto él como ella consideren estas experiencias como una presea sexual.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Jueves 24 Mayo, 2018
HORA: 12:00 AM
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