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Espectáculos

El arte de caminar por acantilados

  • Para hacer la experiencia aún más enriquecedora, se ha diseñado un centro de visitantes que ofrece información detallada y visitas guiadas para conocer todos los detalles de la biodiversidad de la cos

  • El guía le mostrará los distintos puentes, túneles y cuevas, así como las formaciones de rocas y todos los hitos geológicos que conforman el complejo. (SEP)

  • Llama la atención la pasarela tubular, abierta y con barandilla para evitar resbalones pues se encuentra sobre el agua. Esta une acantilados y riscos que, difícilmente, de otro modo, se podrían recorr

  • Los Gobbins, una ruta diseñada para quienes viajaban en el tren de vapor hace más de 100 años, quedó abandonada luego de la II Guerra Mundial. (SEP)

Irlanda. (SEP) - No hay duda de que, cuando el hombre decide recorrer terrenos, no hay relieve, por más quebrado y dificultoso que sea, que lo detenga, al menos no por mucho tiempo, pues en cualquier momento la mente le brinda la solución para salvar cualquier obstáculo. Conozcamos esta curiosa obra realizada hace más de cien años, consistente en un enrevesado y divertido sendero costero con pasarelas, túneles y puentes colgantes que lo convirtieron entonces en la mayor atracción turística de Irlanda del Norte y que aún hoy enamora a los amantes del senderismo. 

Resulta que, en 2015, tras varios intentos fallidos previos, se reabrió por fin el que se conoce como sendero de Los Gobbins, el cual permite vivir la experiencia de caminar por el filo de los acantilados para vislumbrar uno de los mejores paisajes de la costa norirlandesa. 

Su reciente inauguración, tras años de trabajo en la reestructuración y acondicionamiento de los antiguos senderos establecidos hace más de un siglo, lo ha convertido en la ruta a explorar por los amantes del senderismo, pues además son apenas tres kilómetros, y no demasiado complicados, por lo que se ha convertido en la excusa perfecta para ir con toda la familia o con amigos y en conjunto disfrutar de las intensas vistas y experiencias, mientras se bordea la península atravesando pasarelas, túneles y puentes.

 

ATRACCIÓN TURÍSTICA DE PRINCIPIO DEL SIGLO XX

Como hemos mencionado, los senderos son de inicios del siglo XX, creados tras la expansión definitiva del tren en Irlanda del Norte. El objetivo de su diseñador fue atraer el turismo a la accidentada costa de la región. 

Daba comienzo la época Eduardiana, durante la cual las diferencias de clases sociales estuvieron en su apogeo y entonces ser turista era sinónimo de tener muchas libras en el banco. Muy pronto llegarían los billetes de tercera clase al ferrocarril y la posibilidad de que más gente pudiera salir de sus ciudades de origen sin otro motivo que descubrir nuevos rincones, aunque fuera en su propia región. Por ello al ingeniero Berkeley Deane Wise se le ocurrió mostrar la belleza de lo abrupto en una ruta cargada de atracciones insólitas para entonces y puso en marcha su invención en el año 1902. 

Sería una experiencia marítima única con puentes colgantes, pasarelas entre las rocas e incluso un gigantesco puente tubular que se convirtió en una de las rarezas más fotografiadas en todo el Imperio Británico.

Se llegaba en tren hasta una estación cercana, después se podía ir a caballo hasta la entrada donde incluso existía la posibilidad de sentarse a tomar el té, así como hacerse con refrigerios y alimentos para el camino. El boca a boca y la prensa hicieron que la fama del sendero de Los Gobbins (The Gobbins) se extendiese como la espuma. Y de ese modo la idea de Deane Wise se mantuvo viva hasta finales de los años 30. El deterioro de los materiales y la escasez de público hizo que se cerrara definitivamente en los años 50.

 

REAPERTURA

Ya bien entrado el siglo XXI y tras años de trabajos, se logró volver a abrir el sendero como atracción turística, pero las pasarelas antiguas y los puentes estaban inservibles, por lo que se sustituyeron por otros. 

El sendero de Los Gobbins cuenta con tres puentes de metal que permiten ir pasando niveles de un recorrido muy bien pensado en el que cada paso es un nuevo reto.

Sin lugar a dudas el mayor ícono de este lugar lo encontramos en The Tubular Bridge (el puente tubular), que recrea una de las mejores ideas de Berkeley Deane Wise. En 1902 esta especie de puente-túnel se convirtió en toda una alegoría futurista nacida de la gran imaginación de este insólito ingeniero irlandés. El actual, que pesa cinco toneladas y media, es una versión 2.0 del anterior, aunque su aspecto resulta muy similar. Y sigue siendo el lugar en el que más gente se detiene a tomar fotografías. Porque en realidad la metáfora más acertada del sendero de Los Gobbins es precisamente esta pieza encajonada entre muros de basalto. El resto, las pasarelas, puentes y escalinatas, se van haciendo despacio, dedicando tiempo suficiente a disfrutar del paisaje, tomar fotografías y aprender con lo que le cuentan los guías.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Miércoles 23 Mayo, 2018

HORA: 12:00 AM

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