El manchón blanco se encargó de entregar el título. El partido se fue hasta la última instancia, donde el Deportivo Saprissa fue más efectivo desde los once pasos. Los morados no necesitaron tirar los cinco penales, ya que los heredianos Jairo Arrieta y Omar Arellano fallaron sus lanzamientos. En el caso de Arrieta, el que se interpuso fue el meta Kevin Briceño.
El título se quedó en la casa del Monstruo, con el cetro llegó a 34 copas. Es el monarca indiscutible del fútbol nacional, ningún otro club ha ganado tantos cetros. Además pasa directo a la Liga de Campeones de Concacaf.
Por su parte, el Team fue un digno rival, quizá mereció más por la propuesta que llevó a La Cueva, pero el fútbol muchas veces no es de merecimiento sino del que tenga mejor tino y en este caso fueron los tibaseños.
LA INICIAL
Los equipos se fueron al descanso tal como empezaron, los primeros 45 minutos fueron bastante tácticos, donde los planteles se estudiaban y trataban de sorprender con individualidades o balón parado.
La “S” por su condición de local tenía que apostar por ir un poco más al frente, mientras que Herediano, sin mucha prisa, sabía aguantar con una línea defensiva de cinco hombres que se paró bien para resguardar la cabaña de Leonel Moreira, con Leonardo González como el principal estandarte.
El Team hacia el partido que le convenía, no tenía apuros en llegar al marco rival, sabía que el empate lo podía llevar hasta los penales y ahí la ruleta rusa se encargaría de dictar sentencia. Sin embargo los florenses no se replegaron, en varias ocasiones probaron los guantes de Briceño.
El duelo estaba parejo, era un compromiso muy táctico, en el que la concentración era vital, pero ahí fue donde se equivocó el defensor tibaseño Heiner Mora.
El zaguero tuvo una fuerte entrada contra Randall Azofeifa, lo majó y le dejó el taco puesto, el rojiamarillo le reclamó, vino el empujón de Mora y el silbatero no lo perdonó: roja directa.
El Monstruo se quedó con 10 hombres desde el minuto 29, ahí Herediano encontró el espacio para adelantar un poco sus filas y se le vio más en ataque, pero el Saprissa también estaba sólido en su parte baja, ninguno se daba tregua, por lo que dejaron todas las emociones para el segundo episodio.
DOMINIO FLORENSE
Los visitantes le sacaron provecho máximo a la pieza de más que tenían en el terreno de juego, fueron los dueños de la segunda parte, dominaron las acciones y solo cerraron filas en un par de ocasiones que el rival se acercó al marco propio.
El estratega Jafet Soto movió el banquillo, apostó a la ofensiva, José Sánchez y Yendrik Ruiz llegaron de refresco, en tanto Vladimir Quesada respondía con el ingreso de Jaikel Medina y Johan Venegas.
Aunque los florenses tenían todo a su favor, el gol se negó a entrar, no lograron fabricar la jugada perfecta que les diera la posibilidad de conseguir el táctico del fútbol, los mecates no se movieron y la clientela tenía derecho a un extra.
Se cumplió el tiempo reglamentario, la paridad mandaba, por lo que fue necesario un pequeño descanso para entrarles de lleno a los periodos suplementarios, 15 minutos para cada lado a ver qué sucedía.
AL EXTREMO
Aunque el compromiso se extendió, no terminó tras 120 minutos de acción. Los clubes no querían poner el candado, el 0-0 se hizo gigante y los penales se encargarían de indicar quién alzaría la copa.
Las fuerzas ya no daban para más, pero había que dar el último empujón. Los rojiamarillos tiraron primero, Randall Azofeifa anotó, Johan Venegas respondió igual, después “Leo” González sacudió las cuerdas, lo mismo que Colindres.
El atacante Yendrik Ruiz seguía dándole esperanza a su equipo porque marcó y David Ramírez también lo hizo. Llegó el turno de Arrieta, héroe en la última final ante el Saprissa y villano esta vez, Briceño le adivinó la trayectoria al balón y ahí se derrumbó todo. Michael Barrantes fusiló a Moreira y Arellano lo mandó por encima del horizontal.
PERIODISTA: Pedro Retana Cuendis
CRÉDITOS: Fotos: Carlos Borbón y Randall Sandoval
EMAIL: [email protected]
Lunes 21 Mayo, 2018
HORA: 12:00 AM
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