Los nueve obispos que conforman la Conferencia Episcopal de Costa Rica rechazan el fallo que emitió el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para permitir el cambio de nombre por identidad de género autopercibida en las cédulas.
Para los máximos representantes de la Iglesia católica en el país, esta decisión atenta directamente contra el concepto de familia tradicional que la institución religiosa defiende. “Esta decisión desdice la obligación del Estado de proteger el concepto de familia que el constituyente quiso privilegiar en nuestra Carta Magna y al matrimonio heterosexual como la base de este concepto de familia, mismo protegido por la jurisprudencia de la Sala Constitucional”, indicó en un comunicado de prensa.
AFECTACIÓN A TERCEROS
Para los prelados, este cambio jurisdiccional también traería afectación a “terceros de buena fe” que se miren engañados por una persona que cambió su nombre en la cédula.
“Aunque el órgano electoral no lo admita, pues se crea una ventana que posibilita que una persona cambie no sólo su nombre, cosa que ya es posible hacer en nuestro sistema jurídico, sino que oculte o haga insegura su determinación de sexo, la cual no estará registrada en el documento llamado cédula de identidad y en sus registros civiles.
De tal manera que no es posible a un tercero de buena fe saber si biológicamente esta persona es varón o mujer, por lo que un tercero de buena fe puede ser inducido a contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo sin saberlo, violando así no sólo la buena fe sino también la legislación del Código de Familia, que establece la prohibición del matrimonio de personas del mismo sexo”, puso de ejemplo la Conferencia Episcopal.
NO RESPETA LEGISLACIÓN
Para la Iglesia, el fallo valida y aplica en nuestro ordenamiento jurídico la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pasando por encima la legislación nacional y las decisiones que debió tomar el Congreso. Consecuencias para nuestro sistema de cuotas en los procesos de elecciones con base en el sexo (listas de candidatos y candidatas a elección popular, por ejemplo), consecuencias para los sistemas de pensiones (no existe paridad en la edad de jubilación para hombres y mujeres) y hasta para nuestro sistema penal (¿cómo se entenderá a partir de ahora el feminicidio?)”, se cuestiona la Iglesia en el comunicado.
TICOS OPINAN
Charlyn Valverde
“No estoy de acuerdo porque es el nombre que nos pusieron nuestros padres, pero si la persona no está conforme con su nombre y su cuerpo entonces que tome la decisión y lo cambie”.
Randy Poveda
“Cambiar el nombre por otro no es una prioridad, no estoy de acuerdo con eso”.
Jazmín Arce
“No estoy de acuerdo porque si nos pusieron un nombre desde un principio, así sea para hombre o mujer, uno lo debe mantener”.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: Fotos: Joaquin Salas / Corresponsal
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Miércoles 16 Mayo, 2018
HORA: 12:00 AM
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