“No es que la confianza se haya deteriorado por el tema de los escáneres, sino por asuntos de larga data”, así externó su sentir Alexander Mora, ministro de Comercio Exterior, con respecto a la forma en que se han manejado las relaciones con China.
Esto por cuanto el gigante asiático ha intentado varios proyectos en común con Costa Rica con pocos resultados. A su criterio es más una situación de carácter cultural sobre procedimientos, que se puede llevar a buen puerto con las conversaciones correctas.
Mora visitó el Periódico del Pueblo para hablar de este y otros temas con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA.
¿Hubo mal manejo diplomático en el asunto de los escáneres?
-Yo tuve una reunión con el embajador y le dije que llegaba a ponerle la cara por eso, no es una situación de este gobierno, es de tres administraciones anteriores. Los escáneres se pactan en el 2007, pero no se implementan en ese año.
¿Cómo reaccionaron ellos?
-Yo quería hablar personalmente con el embajador, ofrecerle las disculpas del caso. Acordamos mantenernos en comunicación. Vamos a explorar si hay otras posibilidades en el mismo campo de facilitación de comercio, donde pudiéramos sustituir lo que estaba incorporado por ese convenio en otras cosas.
¿Echaron a la basura cuatro años de trabajo?
-Sí y no. En setiembre empiezan las pruebas de la TCM, que empiezan por los escáneres.
Pero esos no los metamos porque son de esa empresa…
-Pero ya por ahí tenemos un avance, los otros ya están incorporados en el préstamo del BID de los $100 millones para facilitación del comercio. Ahí están los fondos para la compra, instalación y operación de los escáneres.
¿Cuánto de ese préstamo es para los escáneres?
-No recuerdo, pero pueden ser unos $12 millones. Es para los equipos necesarios en los puestos de frontera.
¿Habría uno en cada puesto de fronteras?
-Esa es una discusión de fondo que tenemos, si ponemos uno en cada puesto. Los escáneres ahora son diferentes, son como un arco.
¿Qué tan caros son esos equipos?
-Hay diferentes precios y diversas tecnologías, pero no son baratos, lo otro que se va a manejar es un centro de control unificado. Los escáneres estarán conectados digitalmente con un centro de control único que estará en San José, desde ahí se monitorearán todos y se tomarán las decisiones.
¿Y en Caldera?
-El caso de Caldera es distinto, la concesión compra el escáner.
¿Y por qué no lo ha comprado?
-Porque no hay un centro de monitoreo.
¿Dónde va a estar el centro de monitoreo?
-Donde está hoy el INbio, ahí hay espacio para colocarlo. La mayoría de los escáneres nuevos son móviles, se enchufan y quedan conectados. Se pueden colocar en diferentes lugares y son más baratos de mantener.
¿En qué estado se encuentra ese préstamo?
-Ya lo aprobó la Asamblea Legislativa. En el presupuesto de Comex de este año ya lo incorporamos, falta que el BID lo desembolse. Lo primero es el diseño de los puestos de frontera, luego vienen los carteles para licitar la tecnología.
¿Incluye más plazas?
-Seguramente, pero se van a descontar de otras partes.
¿Y quién los va operar entonces?
-Eso es bien interesante. Se ocupará personal de instituciones públicas.
Entonces, ¿ya no va Oirsa?
-Vamos a hacer una licitación pública internacional para adjudicar los escáneres, todavía hay gente planteando que se tercerice el servicio, lo que no se debe tercerizar es el centro de monitoreo. Ese va a estar en control de las autoridades.
¿Cómo se controla el riesgo?
-Habrá personal en San José que verá las imágenes de los contenedores que ni siquiera se debería saber dónde están, si es en Peñas Blancas, Limón o Moín. La computadora mediante algoritmos de riesgo, señalaría el contenedor que le toca inspección. Es un contenedor que cuando pasa se escanea, se coloca en un lugar y alguien verifica qué está adentro.
¿Cómo funcionaría?
-El del centro de monitoreo advierte que está en semáforo rojo y va para inspección. Lo otro es que no se sabe cuál contenedor será inspeccionado cuando se identifica algo sospechoso. Por ejemplo, cuando el contenedor llega se le va a poner un código de barras, se puede identificar si es de banano o piña, para citar un ejemplo.
¿Qué está establecido para el que venga pueda seguir ejecutando eso?
-La diferencia entre antes y ahora, lo cual es otra cosa que ha pasado, es que ahora está el Conafac (Consejo Nacional de Facilitación de Comercio). Cuando el presidente Solís llega al gobierno el que llevaba el tema de los escáneres era el Ministerio de Hacienda. Luego se le traslada al Ministerio de Agricultura y Ganadería. Ahí es donde surge el tema, el MAG dice que no sabe nada de eso. Es cuando le pide apoyo a Oirsa, la lógica era ayúdeme para ver cómo echo andar esto donado.
Desde ahí ya estaban mal, ¿Por qué el Fitosanitario si no sabía nada del tema?
-Se trata del ente que lo va a utilizar más, recuerde que la mayoría de carga que sale es agrícola. En el 2014, el acuerdo de facilitación de comercio de la OMC, no se había aprobado, entró a regir en el 2016, hay un gran cambio en la práctica de manejo de fronteras antes y después.
¿Entonces por qué la Cancillería no esperó para pedir escáneres si no sabía qué iba a hacer con ellos?
-Había una gran presión sobre todo por el tema de droga y contrabando.
¿Por qué el Ministro de Seguridad no estuvo en la última votación donde se rechaza a los chinos?
-Después de que usted me consultó eso y leí su nota, hablé con los ministros, y viceministros a quienes les pregunté porque no estuvieron ahí y los tres me dijeron que no pudieron ir porque la agenda se les complicó (Transporte, Hacienda y Seguridad). Fueron nueve de los 12. El acuerdo se tomó en firme.
¿Entonces los chinos podrían decir que ya no van a colaborar con Costa Rica porque los están vacilando?
-Creo que debemos ser cuidadosos en la relación con China hacia adelante, y la próxima administración tendrá que hacer un trabajo para regenerar esa confianza. No es una confianza que se está destruyendo por esto, está afectada por otras razones que vienen desde muy atrás.
¿Qué salió de su encuentro con el embajador?
-Fue con el embajador y con el consejero. Es inentendible que la autoridad política diga una cosa y la técnica otra, y prevalezca esta última. Yo como ministro si tengo una opinión técnica negativa y voy contra ella, yo soy responsable directo, entonces ustedes tienen que ayudarnos a explicar en Beijing, que si el Presidente la República dice una cosa, y un técnico dice otra, prevalece lo técnico.
No estamos cuestionando su decisión, sino la posición de la Cancillería y el ministro de la Presidencia, de pedir algo que no se usó…
-Hay una donación que ya está comprometida, esa donación ya es vieja, tiene siete años, resulta que hay un cambio tecnológico en medio de la donación, pero hay un compromiso de la administración para echar a andar una donación que en las otras dos no se pudo. Eso se dijo en campaña, y cuando esta administración lo plantea se comienza a encontrar cosas que no estaban.
¿Cómo se explica que aquí vivía un técnico de los chinos y los escáneres nunca funcionaron?
-Eso yo no lo puedo responder. Yo entiendo que en algún momento se usaron y se hicieron pruebas. La empresa hizo una oferta de mantenimiento hasta setiembre u octubre del año pasado. Se trató por un lado de actualizar y la respuesta de China fue, yo le doy un par más, pero tiene que echar a andar los tres que están ahí, y resulta que eso era obsoleto. Después viene el tema de la Contraloría que teníamos que respetar el debido proceso. Esas donaciones encadenadas con contratos son una mala práctica. Nosotros pedimos que eso se detuviera hasta que se hicieran los estudios técnicos, un error no se resuelve con otro error. La intención fue buena. Los mismos chinos lo ofrecieron de buena voluntad.
¿Qué otras cosas han lesionado la confianza de los chinos?
-Tenemos dos proyectos con China. La Refinería y la Ruta 32. Uno fracasó y el otro está atrasado. El tercero son los escáneres, lo cierto es que varios de los proyectos tienen problemas porque en China la autoridad técnica responde a la política. En Costa Rica no, ese es el problema de fondo y yo se lo dije al embajador, es un muy importante que ustedes comprendan eso, aquí no podemos operar como en China. Si no se corrige, va a seguir el problema. El que haya habido un atraso es penoso, pero ahora el resultado va a ser mejor, ya teniendo al Conafac.
¿Cómo nos perjudica eso ahora?
-Los chinos son personas muy nobles. El presidente Solís cuando estuvo en China en 2015 suscribió un acuerdo de relación estratégica. Hemos tenido un arranque con problemas. Ellos piensan de una manera y nosotros de otra. Todas estas cosas me parecen naturales, había que pasar por esto, es el acoplamiento como cuando uno comienza a ser novio.
¿Estamos a tiempo?
-Es una gran oportunidad, nosotros hemos hecho una propuesta al gobierno chino, que es la creación de un centro de cooperación estratégica en materia económica y comercial, donde esté el gobierno, la academia y el sector privado. La propuesta es que sobre ese proyecto de la ruta de la seda avancemos en crear ese órgano, donde concertemos recomendaciones a los dos gobiernos.
Escuchándolo a usted uno se pone a pensar qué estuvo haciendo la Cancillería…
-El problema de la Ruta 32 es calcadito del problema de los escáneres, hay un acuerdo general, los chinos dicen; yo pago la construcción de la carretera, pero usted tiene que quitar la luz, los cables, el oleoducto de Recope, preparar todo para tirar la carretera y Costa Rica dice, sí está bien, pero aquí eso es AyA, el ICE, las expropiaciones... En China no hay propiedad privada, solo le dicen su nueva casa es aquella y punto.
EXTRADIRECTO
• OCDE: Oportunidad
• China: Desafío
• Escáneres: Transparencia
• TLC: El futuro
• Gobierno Carlos Alvarado: Esperanza
• Alianza Pacífico: Tarde o temprano
• Modernización fronteriza: Urgencia
• Contrabando: Delito
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Fotos: Francisco Herrera
EMAIL: [email protected]
Miércoles 25 Abril, 2018
HORA: 12:00 AM
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