El Comité Ejecutivo del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) se pronunció vehemente en contra del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta de la República, Rosario Murillo.
La cúpula de los rojiazules representada por los diputados electos Pedro Muñoz y Pablo Heriberto Abarca, en su calidad de presidente y secretario general, así como la tesorera Laura Castillo, resolvieron solicitar la renuncia de ambos jerarcas, responsabilizando de implantar un régimen que violenta los derechos humanos, que quedó evidenciado en el conflicto nacional que dejó como saldo decenas de heridos y muertos en la lucha del pueblo contra el incremento en su sistema de seguridad social.
“La situación que están viviendo nuestros hermanos nicaragüenses es sumamente grave y consideramos que una alternativa para solucionar este conflicto es llamar a elecciones libres, y con observación internacional como se hizo en los años noventa. Es evidente que el gobierno actual no respeta la institucionalidad, los derechos humanos y atenta contra los ciudadanos de esta nación” sostuvo el presidente de la agrupación Pedro Muñoz. El PUSC también solicitó: “la renuncia de Aminta Granera, brutal instrumento policial de represión por encima del Estado de Derecho. Que se dé el respeto total al derecho de manifestación pacífica y pública. Que se dé el respeto total al violado derecho de creación y organización de partidos políticos. Restaurar los medios de comunicación censurados y la creación de una junta de garantes de la democracia y de la institucionalidad, entre otros, al Centro Carter”, detallan en un pronunciamiento oficial.
Las autoridades del PUSC solicitan se abra una investigación alterna que determine los responsables de las muertes.
“Condenamos el uso excesivo de la fuerza por parte del gobierno de Daniel Ortega contra civiles que ejercían su derecho constitucional a la libertad de expresión. Asimismo, exigimos el ejercicio pleno de la libertad de prensa, el acceso a servicios básicos, de salud y la garantía de todos los derechos humanos”, concluyó Abarca.
