DIARIO EXTRA tuvo acceso a un documento el cual consigna que dos jóvenes nicaragüenses homosexuales solicitaron refugio ante la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica, por considerar que por sus preferencias sexuales su vida corre peligro en su país.
Según Zamira Montiel, procuradora especial de la Diversidad Sexual de Nicaragua, el fenómeno se viene arrastrando desde hace años y es evidente entre el colectivo social de ese país. “El alto grado de discriminación que sufre el colectivo gay nicaragüense empuja a muchos de sus miembros a radicarse en el extranjero”, según consigna la jerarca de esa organización, en un artículo del diario local La Prensa.
PIDEN REFUGIO
A inicios de marzo dos jóvenes se apersonaron a las oficinas de Migración y Extranjería para solicitar refugio según dijeron ante las constantes amenazas, ataques y riesgo de perder la vida en Nicaragua.
DIARIO EXTRA conversó Delmar y “Aranza”, dos muchachos de 21 años, oriundos de un pueblo cercano a Managua, quienes desde temprana edad se declararon homosexuales. Delmar es estudiante de psicología y Aranza es un joven transgénero que ha visto como sus posibilidades de estudiar se le cortaron por su inclinación a vestirse como mujer.
Delmar describió como su vida cambió desde los 11 años cuando les confesó a sus padres que es homosexual. Aunque sus progenitores lo aceptaron, su entorno fue más agresivo y hasta la policía se encargó de alimentar la homofobia que hoy lo trae a nuestro país.
“Sufro en Nicaragua de mucha discriminación, malos tratos, sobrenombres. Me remedan al caminar, me hacen bullying y me excluyen de actividades ciudadanas por el simple hecho de ser gay. En las calles de Nicaragua me señalan por mi condición como si fuera algo malo. En una ocasión tres jóvenes me agredieron salvajemente, me marcaron el rostro, dejándome tirado en la calle”, indicó Delmar.
TRANS
La vida del joven Aranza ha sido más dura porque con la decisión de declararse gay también llegó la transformación visual de mujer, situación que le trajo múltiples problemas y bullying al más alto nivel. Incluso cuenta que la policía lo persigue y fue objeto de abuso sexual en su país.
“En mi caso soy una chica trans y decidí venirme a Costa Rica para superarme, porque allá no tengo el apoyo de mi familia. He sufrido mucho porque en las calles nicaragüenses siempre me ofenden, la policía nos persigue y me violentan por ser trans”, manifestó Aranza.
Ambos jóvenes esperan que las autoridades costarricenses reconozcan su condición de vulnerabilidad y sean aceptados en nuestro país.
PERIODISTA: Gustavo Retana
EMAIL: [email protected]
Martes 20 Marzo, 2018
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA