DIARIO EXTRA no miente Marco Feoli
Editorial
Marco Feoli, ministro de Justicia, insiste en que DIARIO EXTRA miente cuando le informa a los ciudadanos que dicha cartera ha dado beneficios a más de 1.400 narcotraficantes, casi 130 abusadores de menores e igual número de condenados por homicidio calificado. Pero las cifras no quedan ahí, hay cientos de condenados por robo agravado, femicidio, homicidio simple, asaltantes, etc… Insiste este funcionario público en seguir tapando el sol con un dedo, peor aún. en continuar ocultándole al país la verdad del traslado masivo de reos al sistema semiinstitucional, donde la mayoría duerme solamente un día a la semana como medida de contención.
DIARIO EXTRA no miente, esos datos son oficiales, dados por su oficina de prensa, pero además, ya se descubrió que están manipulados, tergiversados, alterados, pues son más los reclusos que durante los últimos dos años disfrutan de los beneficios promovidos por el Ministerio de Justicia y avalados por los jueces de ejecución de la pena.
Para sustentar lo que decimos vamos a copiar textualmente lo que dijo el señor Eduardo Ghusolfi, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “La información es deficiente, no está actualizada, no se registra completamente y se omiten datos relevantes, tanto en la trayectoria del privado de libertad y atención técnico-profesional como en los datos básicos de ingreso: documento de identidad, fechas, nombre, etc. y su situación jurídica”.
Indicó además que Adaptación Social no contaba con un programa de cómputo fiable, en el que se registrara fielmente la población penitenciaria y mucho menos el control de ingresos y salidas de privados de libertad. Según el estudio, durante 2016 y 2017 los datos que manejaba el Ministerio Público quedaban en programas básicos de cómputo como Word, que eran manipulados por funcionarios de la Policía Penitenciaria, sin que otra dependencia ministerial interviniera en el tema o ejerciera controles.
El periódico del pueblo no va a callar que ustedes y muchos jueces tienen una política de alcahuetería con la población privada de libertad, que se ha lucido haciendo creer que todas esas personas están aptas para reinsertarse en sociedad, cuando la realidad muestra que una buena parte sale de las prisiones para seguir delinquiendo o bien que no pasaron más de cuatro meses recluidos aun cuando tienen condenas de hasta 10 años.
Ante esto, usted señor ministro, se deja decir que los reingresos son mínimos, que el cuento de las golondrinas es mal intencionado, pero nunca dice que eso sucede pues la policía, tanto la Fuerza Pública como el Organismo de Investigación Judicial, no tienen acceso a las listas de trasladados y por ende no puede por razones de derechos humanos, hacerles algún seguimiento a los condenados, para ver si cumplen con las medidas establecidas y respetan el régimen en todos sus extremos.
Es decir, andan por la libre, pues creer que todos esos señores y señoras que duermen una noche de la semana o de la quincena en estos centros ya están en el mercado laboral como debe ser condición para disfrutar del beneficio, es una paradoja, pues en este país tampoco hay empleo.
Peor aún, afrontamos una situación de seguridad preocupante, el narcotráfico no da tregua y no solo hablamos de cargamentos que pasan en furgones o grandes galetas, Costa Rica es hoy un mercado creciente de consumo, nuestros jóvenes no solo están siendo los compradores y consumidores de esas porquerías, sino que ya representan la mano de obra de carteles caseros o criollos.
O es que usted no se da cuenta de la cantidad de personas que mueren en la guerra intrabandas dedicadas a este apestoso negocio, será que como dijo una vez en este mismo diario, “el narcotráfico no tiene víctimas” y por eso se justifica que casi 1.500 narcotraficantes estén brincando en una pata por la ayudadita que les hace el sistema a costa de miles de vidas.
No se da cuenta Marco Feoli que los ciudadanos no tenemos por qué estar de acuerdo con el traslado masivo de reos a esos centros y que cuando alguien lo critica se enoja y estalla en redes con alegatos poco convincentes.
Si piensa que un condenado que va a dormir una noche en un semiinstitucional y seis días se las tira en la calle no está libre o suelto, como tanto alega el uso de esos términos, entonces, no hay cómo explicarlo.
Estas medidas agravan la seguridad, para muestra el crimen del joven de 19 años, al cual un sujeto con beneficio y apenas un mes de estar en la calle, le atravesó un puñal en el pecho para robarle el celular. Hoy esa familia llora amargamente que un hombre que debió estar tras las rejas por varios robos agravados andaba como si nada, es decir, un asaltante casi con licencia del Estado, el cual mató a un joven estudiante de ingeniería.
Podría decir usted que eso fue un caso fortuito, uno de mil, pero la cierto es que la seguridad no tiene precio y hoy más que nunca estamos viendo como sus gestiones y las de la anterior ministra son un bumerang en el cuello de los costarricenses.
DIARIO EXTRA no miente, y no ha mentido cada vez que se refiere a este tema tan polémico, sino le recuerdo que un documento de su anterior jefa pedía a los encargados de hacer los informes a los reos, que adelantaran el trabajo pues tras cada expediente había una esperanza.
No dudamos que las personas privadas de libertad tengan derechos y quieran estar en sus casas, con sus familias, es entendible, pero tampoco dudamos cuando externamos que el resto de los ciudadanos, y muy especialmente las víctimas, merecen vivir en paz y sin temor a ser abordados por una golondrina que jamás hará verano.
