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Opinión

Perdón, Sebastián, perdón

La pluma del pueblo / René Barboza C.

Es motivo de un profundo análisis lo acontecido días atrás en las afueras del Liceo de Costa Rica y que culminó con la muerte de un jovencito de tan solo 14 años llamado Sebastián Díaz. 

Este acontecimiento que conmovió al país hoy es motivo de reproches en las redes sociales y todos se tiran la pelota de la culpa, mientras señalan al Liceo, otros a los alumnos instigadores, otros al Ministerio de Educación, en fin, todos los días sale un culpable, pero eso no le devolverá a Sebastián la vida ni borrará el enorme dolor de sus familiares.

El hoy llamado, por los expertos, “bullying” destroza la convivencia estudiantil y lo que ayer eran juegos tradicionales, hoy es la política del más fuerte o más popular que se impone a los demás a base de amenazas y abuso solapado por otros compañeros, que quieren quedar bien con el líder o con los líderes revoltosos. 

Ahora bien, la reacción de esos burlistas, matones, prepotentes y poco sensibles que se hacen daño a los demás, muchas veces es respondiendo a la frustración de la desintegración familiar, donde mamá y papá tienen una discordia y utilizan a sus hijos como trincheras de batalla sin pensar en que forman individuos agresivos y alejados del mínimo concepto de tolerancia, solidaridad y buena convivencia. 

En síntesis, la familia hoy en día está más preocupada por cosas banales que por formar seres humanos sensatos, capaces de edificar cosas positivas porque eso lo aprendo en la casa, por esa razón doy una lista de oraciones por la cual hoy hago la mía culpa y pediré perdón a Sebastián.

Perdón, por vivir una falacia de valores basados en cosas superfluas. Perdón por creer que es más importante tener el último carro del año abarrotando las expos y no tener tiempo de forjar valores a quienes te impulsaron. 

Perdón, Sebastián, por ser parte de esta sociedad donde es más importante salir del trabajo y buscar el gimnasio más caro para lucir cuadritos y no hacer ejercicios en familia en el parque porque eso es una polada. 

Perdón, porque al anuncio de un concierto presento mi tarjeta de crédito y me sobregiro para poder ver al artista internacional en primera fila y no ver una película en familia que contenga valores que induzcan a las buenas costumbres. 

Perdón por tratar de vivir en condominios lujosos pagando en dólares, ganando en colones, solo por aparentar un estilo de vida falso y no compartir un techo sencillo pero en unión de mi familia. 

Perdón, Sebastián, perdón, por ser parte de la insensibilidad humana, por no enseñar a mis hijos a ser solidarios, por creer que comprar a tus instigadores un teléfono inteligente o un aparato electrónico donde en los juegos se matan y salpica la pantalla de sangre, me hace un buen padre. Perdón por el poco o casi nada compromiso de muchos de los educadores actuales que se meten a los centros educativos sin vocación y no guían en los buenos valores. 

Perdón, Sebastián, perdón, por pensar que es más importante pasar una tarde de tragos que estudiar con mis hijos y no dejar todo en manos de los tutores, guarderías o familiares que se preocupen por mis obligaciones de padre.

Perdón, Sebastián, por pertenecer a una sociedad donde hoy en día se debaten políticamente cómo se reparten la riqueza unos pocos, pudiendo aumentar la inversión en educación y establecer talleres especiales en los colegios de autoestima y modales. 

No sé cuántos perdones me alcanzaría en este artículo, lo que sí sé es que ni pasando la vida escribiendo perdón volverás a ver los ojos de tu dolida madre ni te veremos hacer las obras de caridad que hacías. Dios te bendiga, te reciba allá donde no hay bullying, allá donde la sociedad no es tan cruel y déspota, allá donde las voces no te impulsan a lanzarte a más tren que la dicha y la felicidad y pide amiguito por nosotros que aún quedamos en esta sucia sociedad. 

En paz descanse Sebastián Díaz y espero que tu partida no sea en vano y llame de una vez por todas a los irresponsables padres a cumplir la misión que fuimos llamados dejando de lado las cosas superficiales.

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Jueves 08 Marzo, 2018

HORA: 12:00 AM

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