Costa Rica es un Estado laico. Definición de términos
Omar Babbar Amighetti / [email protected]
La constitución de Costa Rica garantiza la libertad de expresión, libertad de culto y otros derechos universales y humanos.
También hay un ordenamiento administrativo, división de tres poderes y si bien nadie niega la influencia de la Iglesia, como lo tiene la prensa o las cámaras patronales, en los asuntos gubernativos, en realidad ninguno de los poderes del Estado responde o le rinde cuentas a ella.
Se encuentran en un claro extravío quienes pretenden ponerle una ley mordaza vía un “Estado laico” al sentido común y la forma de ser de nuestro pueblo. Lo que estamos enfrentando lo resume magistralmente el primer presidente indígena de América, Benito Juárez, al manifestar: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
Ciertamente mi derecho no puede pasar por encima del tuyo. Por eso, sabiamente, la sociedad rusa acaba de legislar que son meritorios de multa los comportamientos “fuera del closet” o la habitación, intimidad, así como la propaganda intencional homosexual dirigida a los menores de edad.
Lo siento mucho por quienes confunden libertad con libertinaje y el derecho a vivir con quien uno quiera, derecho garantizado hoy en Costa Rica, no hay la menor duda, o de heredar a quien uno quiera de los dos sexos que existen (o cualquier otro que hayan inventado últimamente, no me he enterado) específicamente el del hombre y el de la mujer.
Rusia no solo derrotó al fascismo, derrotó al zarismo, los grandes terratenientes aliados a la Iglesia, no hay Estado más laico en el mundo que Rusia.
“Laico” para los confundidos parece ser sinónimo de anti-religioso, anti-espiritual o pagano. Nuestro pueblo no es pagano y nada tiene más fuerza y razón que la realidad misma...
El paganismo está siendo incentivado a todo nivel de la sociedad occidental judaico-cristiana como antagonista dialéctico para insertar peligrosas ideologías de género como parte de la Agenda 21 de Despoblación Humana de las Naciones Unidas.
Claramente una sociedad lo suficientemente “laica” y “científica” y “objetiva” como para lograr homosexualizar o desinteresar de la reproducción a la juventud como está pasando ahora mismo ante nuestras narices. Esto significará -así lo han planeado- y de no actuar pronto, que no habrá pueblo al que le tengan que disputarle recursos naturales, oro o petróleo... ese es el macabro plan.
Señores y señoras y quienes no se consideren ni uno ni otro: Los niños y niñas deben crecer libres, sin interferencias, y llegar a edades que les permitan definir su preferencia sexual sin haber sufrido los traumas de violación o cualquier otro tipo de violencia. Podemos en eso aprender mucho de Cuba, otra sociedad laica en la que se respeta plenamente la libertad de culto pero donde no es permitida la homosexualización intencional de la infancia ni, a diferencia de todo el resto de América, la exportación de órganos “en adopción” o en hielo, post-mortem, ni de quitarles niños a las madres por sus condiciones sociales que son responsabilidad de una revolución que ha logrado los más altos índices de educación y de salud en el continente.
Aprendamos el sentido común y los valores de los humildes y de nuestros ancestros.
Marche por la paz y no por una sexy-revolución espuria y banal que nos roba la infancia, nos escatima la libertad y cambia nuestra soberanía, ojalá por un plato de lentejas, o de pinto sobre la mesa de todo ciudadano, no ¡por treinta monedas de plata!, la traición y la cobardía digna de los mercaderes del templo sagrado de la vida pero no de los ticos o cualquier otro hermano o hermana, extranjero honrado, amante de la libertad y de la vida.
