El abogado y excandidato presidencial Juan Diego Castro hizo una jugada que le permitirá a su cliente, el holandés Kjeld Schight, recuperar todo lo invertido en su proyecto hotelero Kalon Surf en Dominical de Osa.
Castro es abogado querellante en el debate por estafa procesal, estelionato y falsedad ideológica contra Carlos Manuel Wiessel Baldioceda, Juan Bosco Tuk y Ricardo Urbina Paniagua en la sala 12 de los Tribunales de Justicia del Primer Circuito Judicial de San José.
La etapa de conclusiones se desarrolló la tarde de este miércoles, cuando solicitó un total de 23 años de cárcel contra los empresarios.
“A don Juan Bosco Tuk solicita la parte querellante que se le impongan 4 años de prisión como autor responsable del delito de estelionato, 3 años de prisión como autor responsable del delito de falsedad ideológica, que suman 7 años.
Al señor Carlos Wiessel 4 años por la estafa procesal, 4 años por el delito de estelionato y 3 años por el delito de falsedad ideológica para un total de 11 años de prisión.
Y a don Ricardo Urbina por el comportamiento delictivo, antiprofesional que desplegó en perjuicio de mis clientes, 5 años de prisión”, manifestó Castro.
JUGADA MAGISTRAL
Pero la astucia de Castro, con vasta experiencia en este tipo de batallas, se vio cuando terminó su exposición. Justo cuando el tribunal suspendía la audiencia para continuar hoy les solicitó a los jueces que le permitieran hacer una pequeña exposición encomendada por su cliente.
Esta consistía en que Kjeld Schight aceptaba dejar todo hasta ahí, antes que los abogados comenzaran sus conclusiones, si estos le devolvían los ¢88 millones que están en el juzgado como depósito hipotecario y el pago de $100 mil por daños.
“Mire qué interesante y tiene que ver mucho con quien es mi cliente, un muchacho holandés que se enamora de una costarricense y se trae los ahorros para invertir en un hotel.
Primero se viene y casi lo matan, lo estafan y casi le quitan el hotel, sus ahorros y su paz, y este mediodía almorzando, antes de venir a hacer las conclusiones nuestras como querellante y actor civil, yo le dije: ‘Don Kjeld, ¿cómo se hacen las negociaciones en Holanda?’. Me dijo que allá la gente es diferente, cuando comete un error o algo lo negocia rápido.
‘¿Y por qué no lo intentamos? Voy a hacer mis conclusiones y al final le voy a proponer a la contraparte que negociemos’, le dije. Eso sí, le quedan como 16 horas de tiempo porque a las 8:30 a.m. tienen que venir aquí”, comentó.
Esa proposición fue acogida por el abogado de los querellados, Mario Soto Baltodano.
“En este tipo de procesos hay salidas importantes, así como podríamos llegar, hacer mis conclusiones y esperar la sentencia de juicio. Soy amigo de ir a lo seguro.
Tengo muchos argumentos, pero ya llevo más de cinco años, desde el 2012, tal vez desde el 2015, y hay varios procesos que están para seguir. Ellos me indicaron que tomara las acciones para parar esos procesos y mi obligación es ver qué les sirve a mis clientes”, indicó.
El caso involucra a la empresa Central de Servicios Químicos S.A. (conocida como Xilo), que por medio de sus representantes Carlos Wiessel y Juan Bosco Tuk cobró una deuda presuntamente ilegítima de ¢81,5 millones y al parecer se apoderó de una finca de Kalon Holdings Limitada, compañía representada por Kjeld Schight, mediante una estafa procesal, por lo que el empresario extranjero los acusó.
Al parecer Xilo ejecutó irregularmente una hipoteca para cobrar una deuda de forma ilegítima o apoderarse de la finca, ubicada en Bahía Ballena de Osa, Puntarenas.
Por ello ha perdido procesos ante el Juzgado de Cobro, la Sala Primera y un arbitraje en el que se le condenó a pagar $100 mil y ¢50 millones.
El debate continuará hoy con la exposición de Laureano Castro Sancho, exdirector del Instituto Costarricense sobre Drogas.
PERIODISTA: Alexander Méndez
CRÉDITOS: Fotos: Johanfred Bonilla
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Jueves 22 Febrero, 2018
HORA: 12:00 AM
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