Cada vez es más elevado el riesgo para las personas de consumir la carne que se vende en algunos establecimientos.
A criterio de Javier Blandino, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de Embutidores y Procesadores de Carne, no existen controles.
Tanto el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), como el Ministerio de Salud, no estarían haciendo bien su trabajo, según dijo.
Este conversó de ese y otros temas con Sandra Cordero, asistente de Dirección en DIARIO EXTRA.
¿Cuál es la situación que está enfrentando el sector?
-Dos años fuertes en que esto se ha venido dando, entre el 2016 y 2017 ha ido incrementándose. Ya el cierre que nos dio el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) al año anterior iban 153 contenedores robados, incluso en tránsito. A veces van de Nicaragua para Panamá y los roban en Costa Rica.
¿Son 153 furgones solo de carne?
-No. Incluye llantas, electrodomésticos, mariscos y carne. Son 153 a nivel nacional. Eso es el reporte de un año.
¿Ya tienen una ruta de trabajo?
-Es un fenómeno que hemos venido trabajando con el gobierno, visibilizándolo. Antes de 2016, empezó con café e impactó severamente al sector cafetalero, las exportaciones llegaban cargadas de arena.
¿Qué han hecho para detenerlo?
-Nos reunimos con el ministro de Seguridad (Gustavo Mata) para visualizar el problema. Lo que pasaba es que se robaban un contenedor en Limón y creían que era una estafa, no había una coordinación. Pasaba otro en Cañas, otro en Alajuela, pero no había coordinación interinstitucional.
¿Son bandas organizadas?
-Lógicamente este es un tema de crimen organizado. Tienen una red de distribución. El año pasado se detuvo una gran banda en Alajuela y lamentablemente quedaron libres.
¿Hay denuncias ante el Ministerio Público?
-En la parte penal, para eso está el Estado, tiene que actuar. En la parte de nosotros son 15 contenedores de carne con un impacto de mil millones de colones, pero no es solo la carne, sino que el producto se está comercializando en el mercado a la libre, en restaurantes, plantas, carnicerías, ya tienen una red de distribución.
¿Cómo actúan?
-Primero esto tiene un nivel de violencia, son asaltos a mano armada. En algún momento se pusieron custodios, es decir son bandas dispuestas a actuar con grado de violencia fuera de lo normal. Es un tema de violencia que impacta y vemos poco control de parte el Estado. El Organismo de Investigación Judicial ha hecho algunos trabajos, pero nos preocupa mucho el mercado informal.
¿A quiénes roban, a grandes o pequeños?
-Hay de todo, ni siquiera discriminan. Desde un camión que va a salir de exportación hasta mataderos. Carnes para cortes se las roban en el almacén fiscal, otros en Peñas Blancas, un camión viene de Nicaragua para Panamá y se lo roban. Entonces el factor es que haya un mercado que está pidiendo el producto, ellos actúan contra pedido, ya ni siquiera es “me voy a robar esto a ver qué voy a hacer”.
¿Qué pasa con el consumidor?
-Mucho de lo que quiero enfatizar es que el Ministerio de Salud y Senasa (Servicio Nacional de Salud Animal) están viendo pasar esto frente a sus ojos. La carne no se está controlando como debe ser.
¿Cuál es el peligro de vender esa carne?
-Los contenedores vienen a una temperatura controlada, en un contenedor cerrado, con todas las medidas de higiene. ¿Qué nivel de control va a existir en pegar a un camión, mientras logran repartir la carne? Son ladrones que no les interesa ni cómo lo van a dar.
¿Y el impacto para ustedes?
-Es competencia desleal porque van y lo venden más barato. Hay receptores, lamentablemente y no hay controles sanitarios correctos. Los cortes se están comercializando a la libre.
¿Puede andar la carne por ahí?
-Lo que nos ha contado la gente del OIJ es que han encontrado electrodomésticos guardados, los enfrían, pero con la carne no se puede hacer eso. Hemos visto la velocidad entre cuando ocurre el robo y se encuentra el contenedor vacío.
¿Cuál es el riesgo sanitario?
-Hay un riesgo sanitario absoluto.
¿Cómo lo solventan, hay un seguro?
-Lamentablemente nuestros seguros están disparándose. La siniestralidad ha subido mucho, las pérdidas son enormes por el costo de cada contenedor.
¿Cuál es el mayor temor de ustedes?
-Si a esto no se le pone coto, vamos a tener un mercado informal que va creciendo. Es competencia desleal, si te empiezan a dejar de comprar te empiezan a sacar del mercado. Lo que más nos preocupa es que hemos visto una tendencia.
¿Hasta qué punto llegan estos robos?
-El año pasado se empezó a dar asaltos a camiones que llevan reses muertas y se las roban. Como por ejemplo asaltos a camiones de pollo. No se han robado ninguno de cerdo, porque el cerdo está a muy buen precio. De hecho, ha venido creciendo el consumo per cápita en Costa Rica.
¿Por qué en la carne es distinto?
-El precio de la carne de res se ha disparado, a diferencia del cerdo, entonces tiene más demanda comprarla barata. Usted encuentra un buen corte mucho más barato.
¿Han cambiado las modalidades?
-Se está migrando como robo al ruteo, se ocupa más control en el mercado, más acciones, inocuidad, en lugar de estar viendo si nos cierran el estadio de la Liga porque no entienden lo de Fodesaf.
¿Qué dice la ley?
-Lo que hay es una tramitología muy bonita, “venga y póngame el Certificado Veterinario de Operación, tráigame el certificado del Ministerio de Salud, pague los $100 para el registro del alimento…”.
¿Las denuncias no avanzan?
-Nosotros nos somos policías, no es nuestro tema, nuestro tema es apoyar al Gobierno. Lo que más nos preocupa es la competencia desleal, es gente que pone embutidos sin etiqueta y no hay forma de que quieran entrarle a ese tema. Se necesita verificar el origen de los productos donde se pida a la gente las facturas de compra.
¿Qué se ocupa para abrir una carnicería?
-Para abrir la carnicería ocupa permiso de funcionamiento y el Certificado Veterinario de Operación. Nadie va y le pregunta de dónde sacó la carne.
¿Quién debería regularlo?
-Eso deberían hacerlo Senasa y el Ministerio de Salud, pero no hacen su trabajo. A pesar de que hay inspectores, usted ve productos sin etiquetado y muchas cosas más.
¿Cómo han venido trabajando?
-El Ministro de Seguridad conformó una comisión con diferentes instituciones, don Gustavo Mata ha hecho una buena gestión. En la comisión estamos evaluando el tema y hay acciones. Se está brindando coordinación, que eso es lo que faltaba mucho.
¿Cuándo deciden actuar?
-El crimen estaba organizado y nosotros no, lo que pasa es que el fenómeno, es que esa es la parte policial. Ahora estamos tratando de ampliarlo con la Fiscalía y la Policía Fiscal. Lo más importante es el ataque al sector informal.
¿Hay capacidad de reacción?
-Ahora tenemos más control, hemos venido luchando con los tiempos de respuesta, porque agarran al conductor, lo encierran y pasa tiempo mientras lo encuentran.
¿Por dónde se puede atacar?
-Por lo menos al nivel judicial ya tienen monitoreadas bandas. La parte penal tiene su giro, pero lo que más reclamamos es el mercado informal. Lo que más importa es que haya un compromiso fuerte en atacar el mercado informal, si se ataca es más difícil vender.
¿Es gente más organizada?
-Es un mercado interesante donde tiene que haber involucrada gente que tiene su procesadora y que tiene un poder adquisitivo, ahí la compra es cash y no a precios que no sea de mercado.
¿Cómo se puede contrarrestar?
-La parte policial está trabajando, pero mientras no se ataque el consumo, va a haber clientes. Hay mucha fábrica informal, que se venden embutidos sin etiqueta, todo va por la misma medida. Al final del día tiene que haber una buena articulación. Son grupos organizados.
No hay muchos policías. ¿Qué pueden hacer?
-Sobre todo debería haber controles en carretera y verificar el producto de dónde viene. El Ministro de Seguridad nos ha ayudado mucho, no es que van a tener un policía en cada esquina, pero las rutas en horas tránsito están más vigiladas.
¿Habrá gato casero?
-Estamos convencidos de que la información está saliendo de adentro. ¿Cómo saben cuáles son? Tiene que ayudarlos alguien.
¿Hay algo que impide que las denuncias avancen?
-Las denuncias se ponen con cada robo, pero ellos (la policía) son los que saben qué hacen. Cuando hubo el allanamiento nos dimos cuenta por la prensa, sería el colmo que nosotros también tengamos que hacer la parte policial.
¿No pueden incorporar la tecnología?
-Estamos tratando de tener mejor monitoreo satelital y sí hay algunas propuestas, pero ocupamos que la gente colabore, es lo mejor tratar de instalar centros de monitoreo, lo que pasa es que sí genera más costos.
¿Son peligrosas?
-No es jugar de casita, no es que se roban un contenedor y nada pasa. En este año hubo dos policías muertos en el 2017, son bandas muy muy serias. Por eso decimos que si tratamos de debilitar el mercado informal se aplaca mucho. La idea es presionar para que les cueste venderlo. Vaya a ver si estos carajos facturan y pagan impuestos.
¿Cuál es la calidad?
-Es que no hay controles. Insistimos en que hay que buscar producto con etiqueta con marcas reconocidas.
¿Podrían quebrar empresas?
-Los precios en el mercado si terminan siendo muy baratos, baja la rentabilidad de las empresas. Las más grandes la podrán sortear.
¿Quién es el mayor perdedor?
-La génesis de todo esto es que el mercado está a la libre. Si estuviera el mercado controlado, estarían cuidando al consumidor, no estando sentados en un escritorio.
¿Es malo comer carne?
-No hay alimentos malos. Si el sodio fuera malo, en España ya se hubieran muerto con el jamón serrano.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Fotos: Johanfred Bonilla
EMAIL: [email protected]
Martes 20 Febrero, 2018
HORA: 12:00 AM
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