La aparente firma del empresario del plástico Samuel Yankelewitz en dos solicitudes de transferencias bancarias internacionales podría vincularlo con la empresa Interplastic.
Se trata de la compañía panameña con la que presuntamente Yanber pudo simular ventas por $23 millones.
DIARIO EXTRA tiene copia de dos documentos de solicitud de transferencia internacional con la supuesta firma de Yankelewitz.
Según estos papeles él habría autorizado el giro del dinero de Panamá a Costa Rica, convirtiéndose en el beneficiario.
José Alberto Monterrosa, abogado de Yankelewitz, declaró a El Diario del Pueblo días atrás que hasta donde tenía conocimiento su cliente no guardaba relación con Interplastic y habría sido engañado por los cuatro excolaboradores de Yanber que hoy están detenidos y por años formaron parte de la empresa.
EL PODER
No obstante, Yankelewitz aparentemente tenía poder en Interplastic porque aparece como “firma autorizada” en un documento donde el ordenante del pago es la compañía panameña.
Yankelewitz también figura como beneficiario de dicho desembolso. El banco mediante el cual se recibe una de las transferencias es Scotiabank.
En otro de los giros el beneficiario es Yanber directamente y el ordenante Interplastic, en un giro nuevamente autorizado por Yankelewitz, pero esta vez a través del Banco de Costa Rica.
Una transferencia es por $500 mil y la otra por $520 mil. Se habrían realizado el 24 de setiembre de 2013 y el 1 de noviembre de 2013.
La dirección del beneficiario aparece como Barrio Corazón de Jesús, Avenida 24 calle 28 Bis, San José, la cual coincide con el lugar donde se encuentra hoy día la corporación.
¿QUÉ ES INTERPLASTIC?
De acuerdo con un informe de la Auditoría R. Artavia y Asociados, del que El Periódico de Más Venta en Costa Rica tiene una copia, la empresa Interplastic se creó para una especie de triangulación destinada a la compra de materia prima.
Lo anterior debido a que algunos proveedores no estaban dispuestos a facturar a Yanber.
No obstante, este documento elaborado por el contador Ronald Artavia, presidente del Colegio de Contadores Públicos, indica que la misma empresa se utilizó para “facturar ventas ficticias” y dar una presentación de rentabilidad a Yanber.
Al 31 de marzo de 2015 tenía una cuenta por cobrar por $23,4 millones, saldo que posteriormente se liquida y genera la pérdida acumulada al 29 de febrero, que se encuentra registrada en los estados financieros.
De acuerdo con Artavia y su testimonio ante la comisión legislativa que investiga los créditos bancarios, las ventas pudieron ser ficticias porque nunca aparecieron los documentos únicos aduaneros (DUAS), propios de este tipo de operaciones.
Incluso sobre estas ventas se pudieron pagar impuestos, a pesar de que nunca existieron.
“Lo anterior adicionalmente de constituir un fraude financiero tuvo repercusiones en los activos de la empresa y en el flujo de efectivo, debido a que se presentaban resultados no reales”, se lee en el documento.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Foto: Archivo
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Martes 20 Febrero, 2018
HORA: 12:00 AM
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