El hábito del ahorro debe inculcarse desde la niñez, con el fin de que los pequeños lo practiquen y asimilen conforme crezcan, para que cuando estén grandes tengan claras sus ventajas y así puedan cumplir sueños mediante esta herramienta, así como también cuenten con la capacidad de hacer frente a situaciones de emergencia.
Así lo explica Maureen Gómez, de la Subgerencia de Negocios de Mucap, quien hace un llamado para que los padres hagan esta tarea y así hereden esa buena práctica.
“Es importante implementar un plan de educación financiera desde niños, en lo cual ellos aprendan desde pequeños qué es el ahorro y cómo se implementa dentro de la familia”, comentó Gómez.
Primero se les debe hacer ver que del dinero que tenemos es necesario reservar una partecita, la cual se guardará y no se utilizará por cualquier motivo, sino en metas establecidas.
“Los padres deben de enseñarles e inculcarles que, del dinerito que ellos tengan, de lo que se les va dando, una parte lo van a ahorrar”, expresó Gómez.
En este punto, el famoso chanchito entra en juego y se puede convertir en un buen aliado para dar el ejemplo al niño, con el fin de que sea el sitio donde guarde su dinero.
Lo ideal sería que se ponga una meta, un objetivo para que al final se vea que valió la pena ir guardando esa parte del dinero que lograron durante el tiempo que sea necesario.
“Si son muy pequeños y aún no pueden acudir a una entidad financiera, pues se les puede incentivar con un chanchito y ya más grandes, de 10, 12, 15 años, ya depositárselos de una vez en una cuentita para que ya con tarjeta de débito ellos puedan manejarla”, señaló Gómez.
De esta manera, cuando los menores lleguen a ser adultos y manejar sus salarios, ya tendrán esa costumbre de ahorro que les será muy útil a lo largo de la vida.
Junto a esto, es bueno que además se acompañe del ejemplo que den los padres o encargados, pues los niños son conscientes y aprenden de aquello que hacen los adultos cercanos.
