La retención urinaria aguda es la incapacidad repentina de orinar cuando la vejiga está llena, a pesar del deseo de hacerlo y de los múltiples esfuerzos. Este problema es relativamente frecuente, y puede suceder tanto en hombres como en mujeres, aunque ocurre más en el sexo masculino.
Puede presentarse a cualquier edad, pero aumenta considerablemente después de los cincuenta años y, sobre todo, después de los sesenta años. Según indican los estudios, después de los setenta años afecta al 10 % de los hombres y después de los ochenta años al 35 % de los varones.
Es una de las emergencias urológicas más conocidas en el ámbito popular, por lo cual existen múltiples relatos, anécdotas y descripciones. En general, la gente se refiere a este problema como “trancarse la orina”.
Recordemos que orinar es un acto reflejo que realizamos automáticamente y a voluntad, sin darnos cuenta de todo el engranaje intrincado requerido para que la orina salga de manera fluida y sin dificultad. Cuando no se puede orinar, se toma conciencia de la importancia de este acto rutinario. La capacidad de la vejiga oscila alrededor de los 500 cc de orina. En los cuadros de retención urinaria, la vejiga se ve obligada a contener uno, dos, tres y hasta cuatro litros de orina.
En un principio, los problemas de retención urinaria no generan alarma, sino extrañeza, porque se parte de la idea de que, en cuestión de minutos, la orina saldrá sin problemas. Después de varios intentos infructuosos, aflora la preocupación. No es hasta que la cantidad de orina distiende la vejiga y provoca dolor cuando el individuo se decide a buscar ayuda médica.
Entre las causas más comunes figuran los problemas prostáticos. Recordemos que, en un inicio, el agrandamiento de la próstata obstruye de forma parcial la salida de la orina, pero, si no se recibe tratamiento, la obstrucción llega a ser total y, en consecuencia, la orina no puede salir.
También, se puede desencadenar por algunos medicamentos de uso común y cotidiano que, como efecto secundario, raramente inhiben el vaciamiento de la vejiga. Este es el caso de ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la presión alta, preparados hormonales, antinflamatorios, fármacos para la epilepsia, entre otros.
Otros factores que aumentan la posibilidad de sufrir una retención urinaria son el tabaco, el alcohol y las drogas ilícitas. Son numerosos los casos de varones que, después de un consumo excesivo de estas sustancias, experimentan la incapacidad de orinar y se ven obligados a acudir al servicio de emergencias, debido al dolor producido por la distención de la vejiga.
Aunque cada uno de estos factores puede aisladamente ocasionar la retención, usualmente encontramos dos o más factores implicados.
El tratamiento inicial amerita la utilización de una sonda que se introduce en el caño de la orina con el fin de vaciar la vejiga y aliviar el dolor. De modo simultáneo, se instauran algunos medicamentos para evitar recaídas y se realizan estudios profundos para determinar las diversas causas de la retención urinaria.
