La miseria mal atendida en la provincia de Puntarenas a través de los años ha mantenido la población en un 30% de pobreza y un 20% de pobreza extrema. Esta situación ha desencadenado males sociales como el narcotráfico, prostitución, robos y también un tema muy vulnerable como es el trabajo informal. Muchos adultos mayores realizan ventas callejeras para tratar de obtener ingresos para su sustento diario.
Un total de 78 vendedores informales puntarenenses, en su mayoría adultos mayores, se ven obligados a trabajar en lo que sea. Ellos se organizaron y conformaron la Asociación de Vendedores de la Playa del Paseo de los Turistas, pero ahora tienen un ultimátum hasta el próximo lunes para desalojar. Con ello se verían obligados a dejar atrás una actividad en la que algunos llevan más de medio siglo como son las ventas de churchil y vigorón, este último un granizado típico de esa ciudad porteña.
El Ministerio de Salud en conjunto con la Municipalidad del cantón, decidieron terminar con la venta informal de estos productos, haciendo cumplir la Ley General de Salud N° 5.395. Según los vendedores, esta decisión surge de forma inesperada y atropellada, sin tener en cuenta que muchos de ellos cuentan con un promedio de edad de 70 años y que la venta de esos productos les permite pagar el seguro de salud.
COPERA
El caso que dejó en evidencia la realidad de esta población quedó registrado en un video. Le sucedió a doña María Cecilia Cantillo, una adulta mayor quien asegura que sus derechos humanos fueron violentados por personal del Ministerio de Salud y la Fuerza Pública, al ser retirada a la fuerza del Paseo de los Turistas por estar vendiendo copos sin contar con una patente o permiso de salud.
“Después de ese día no han conversado conmigo, el carrito me lo reparó un señor porque no podía trabajar así. Nadie se ha acercado a hablarme y en 39 años es la primera vez que me pasa, nunca me habían pedido papeles de nada.”, indicó doña María Cecilia.
La señora Cantillo es parte de la realidad de extrema pobreza en la que viven muchos viejitos de Puntarenas, abandonados y obligados a trabajar pese a los padecimientos.
“Vivo de lo que me gano día con día, los 365 días del año, vengo a trabajar porque tengo a mi madre de 89 años a la que mantengo. Le soy honesta, hay muchos vendedores que viven en precarios, como uno ubicado en Esparza y yo que vengo de la Manuel Mora”, indicó Cantillo.
PATENTE
Lo particular del tema de doña María Cecilia es que terminados los carnavales de Puntarenas el Ministerio de Salud retirará a los vendedores informales, incluyéndola a ella, pero paradójicamente la Municipalidad les extendió una patente para vender sus productos mientras duren las actividades, tal como corroboró este medio al evidenciar un recibo de dinero del municipio por un monto de ¢15 mil.
MASCOTA
DIARIO EXTRA conversó con los afectados y mientras caminábamos por el Paseo de los Turistas nos encontramos al hombre que le da vida a la mascota del equipo de fútbol Puntarenas FC.
“El Tiburón Parcero” así se le conoce a don Óscar Fermay Ruiz, un hombre adulto que hace 26 años inició un negocio informal de venta de churchill que le ha dado el sustento a su familia. Él se mostró a favor de los afectados y señaló las injusticias que durante este proceso ha tenido el municipio y el Ministerio de Salud para con los adultos mayores.
“El Ministerio de Salud y la policía no tuvo ese respeto a una señora de edad que estaba trabajando para llevar sus alimentos a la casa. En Puntarenas no hay nada que ofrecerle al turista, acá estamos sin trabajo, la pesca nos la quieren quitar. Acá hay mucha pobreza y nadie ayuda, como el IMAS que nunca se ha asomado”, reclamó.
VIGORONES
Una adulta mayor de 70 años de edad y vecina del barrio El Progreso de El Roble de Puntarenas, narró la experiencia que en estos días ha tenido ante el temor de ser abordada por las autoridades y las implicaciones que representa.
Doña Marta Delgado es muy conocida en el Paseo de los Turistas por sus ricos vigorones e indico que tuvo que rogar para que no le quitaran la mercadería.
“Tengo 25 años de vender en el Paseo de los Turistas, muchos vivimos en la pobreza y con lo que vendemos acá podemos apenas salir adelante. Hay compañeros que tienen más años que yo de trabajar acá y nunca nadie se nos acercó a ayudarnos. La Municipalidad no es la culpable”, indicó doña Marta.
PIPAS
A sus 66 años doña Esperanza Ávila es otro caso de adulta mayor que se ha visto forzada a trabajar sin descanso los 365 días del año.
Ella padece una serie de enfermedades que son tratadas gracias a la venta de pipas que le ha permitido pagar un seguro voluntario a la Caja del Seguro Social, pero sin su entrada económica no tendrá ni siquiera el derecho a la salud.
“Tengo 16 años de vender pipas en Puntarenas y le doy gracias a Dios que no he tenido problemas con la municipalidad. Con todo esto pienso que uno trabaja para llevar el sustento a la casa, no tengo seguro y con esto lo pago porque soy diabética y padezco de presión alta”, manifestó doña Esperanza.
EN ORDEN
Estos adultos mayores no están en contra de las políticas de salud pública ni que la municipalidad llegue a poner orden, pero aseguran nunca los abordaron, ni les dieron opciones para poder seguir buscando el dinero que les permite sobrevivir.
“Tengo 48 años en esto y hasta la fecha he podido salir adelante. A mí me gustaría que nos pusieran en orden, pero así a la brava no me parece justo. Los vigorones y los copos son la tradición de Puntarenas”, manifestó Florentino Mendoza de 70 años de edad.
UNED
Durante la visita del DIARIO EXTRA no se logró observar ayuda alguna y solo carros del Ministerio de Salud vigilantes de los movimientos de los adultos mayores.
La única ayuda que recibieron los afectados provino de un grupo organizado de la Universidad Estatal a Distancia que implementan proyectos de ayuda a trabajadores informales.
“En Emprende Rural damos apoyo a estas personas entregándole información que les sirva a formarlos en principios de contabilidad, administración, finanzas, innovación, para que ellos logren formar sus negocios y tengan una buena fuente de ingresos. El proyecto está desarrollándose en Puntarenas, pero se extenderá a otras localidades cercanas”, manifestó Carlos Núñez, del programa Apoyo Emprende Rural de la UNED.
MUNICIPALIDAD
El alcalde de Puntarenas, Randall Chavarría, indicó a DIARIO EXTRA que es difícil el panorama de las ventas informales al que se dedican los adultos mayores, ya que la ley le exige cumplir a cabalidad.
“El problema no es de buenas intenciones, sino de legalidad y hasta qué punto debemos tener el equilibrio y no permitir más la ilegalidad. No puedo decir que me puedo quedar al margen de las excesivas ventas ambulantes, del irrespeto a la Ley de Salud, a la Ley 7.600 de la que también debemos ser vigilantes. Como quien dice, si incumplo una ley voy a incumplir otra”. indicó el alcalde puntarenense.
El alcalde recomienda a los adultos mayores involucrados acerarse a la alcaldía para analizar qué tipos de soluciones se pueden abordar. “Hemos sido una alcaldía abierta, con las vendedoras de vigorones hemos conversados y reunido en varias ocasiones. El proyecto de geo referenciar los puntos de venta es una idea que se me ocurrió para buscar opciones de legalizar la actividad”, manifestó.
SALUD
Las autoridades del Ministerio de Salud no quisieron referirse a las consultas de este medio en cuanto a la vulnerabilidad de los adultos mayores que se dedican a las ventas informales y dejando de lado los derechos humanos, por medio de un comunicado de prensa indicaron que su deber es hacer cumplir la ley.
“El Ministerio de Salud, reconoce que la solución no es fácil, se trata de un trabajo articulado entre ambos actores sociales cuyo fin es proteger la Salud Pública y producir salud. El Ministerio de Salud reitera su responsabilidad de velar por la salud de la población e insta a las autoridades competentes a cumplir con lo que disponen las normas establecidas”, indicaron por medio de un comunicado de prensa.
IMAS
Emilio Arias, presidente ejecutivo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), mostró su malestar con la manera de actuar del alcalde de Puntarenas y las autoridades del Ministerio de Salud, e indicó que el irrespeto a los derechos humanos es evidente.
“Con el respaldo del señor presidente de la República, les puedo decir que en un proceso que puede ser legal se lleve adelante sin el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos. Si hay que hacer procesos para garantizar la salud pública, se deben hacer articulados con las instituciones”, recalcó Arias.
Ante la posición del jerarca del IMAS, el alcalde puntarenense dijo que las competencias están definidas en cuanto a la violación de la Ley de Salud y el IMAS no tiene autoridad para decidir si se efectúa un operativo para atacar determinado problema.
El ultimátum para los 78 adultos mayores lo comunicaron los funcionarios del Ministerio de Salud de Puntarenas, que dieron tiempo hasta este lunes para dejar de lado la venta de vigorones, churchill y granizados en el Paseo de los Turistas, pero sin importar a qué se van a dedicar estos ciudadanos que durante 50 años se han ganado la vida honradamente con estas ventas y constituyen una estampa tradicional de la Perla del Pacífico.
PERIODISTA: Gustavo Retana
CRÉDITOS: Fotos: Cristian Cartín
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Viernes 09 Febrero, 2018
HORA: 12:00 AM
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