Nuestra mente es como una computadora que administra mucha información diversa, esta controla no solo lo que pensamos y hacemos, sino cómo miramos el mundo y qué elementos conforman nuestra realidad cada día.
Los pensamientos e ideas que acumulamos en nuestra mente nos predisponen para disfrutar la vida o soportar la queja y el sufrimiento. Los pensamientos tienen como base creencias que hemos guardado desde el pasado y que hacen que pensemos y seamos así todos los días y no cambiemos de pensar.
La realidad es que nuestra mente, como cualquier computadora, se puede reprogramar, cambiando los pensamientos que guardamos en ella.
1. Aprenda a descontaminar su mente de pensamientos negativos: Si se deja llevar por reacciones negativas y no se detiene a pensar, puede imaginar un mundo de ideas negativas y no le da oportunidad a vivir la vida con todo lo que trae de experiencias positivas y no tan positivas.
2. Proyéctese positivamente. Si piensa mal, imaginará cosas negativas para usted y las atraerá a su vida como problemas. Mejor imagine una vida feliz y llena de bendiciones, piense que todo lo que haga será positivo y que los demás lo valoran y apoyan.
3. Piense positivo de la vida. Una manera positiva de pensar atrae a personas positivas en su vida, incrementa su confianza y te hace sentir bien consigo mismo, hasta la comida le sabrá mejor. Si algo no sucede como lo pensó, relájese y afronte las dificultades con optimismo.
4. Libérese del estrés y las angustias, si está continuamente bajo presión, triste, deprimido o ansioso no podrá conectar con nada más que sufrimiento. Deténgase, respire y procure tomar un descanso para recuperar su energía, relájese, la mayoría del estrés es mental.
5. Ponga límites: Es importante que seamos claros en cómo queremos ser tratados y qué cosas no son negociables. La paz interna no se negocia. Aléjese de personas y entornos negativos. Recupere su valor personal.
6. Cuide de usted, especialmente de su mente: Recordemos que nuestros pensamientos determinan nuestra realidad, así que el respeto y el amor empieza con usted mismo. Incorpore hábitos mentales saludables a su vida.
Reconozca que su mente se puede reprogramar para actuar con más amor y tolerancia ante la realidad del mundo y las demás personas.
