En el país operan 92 hogares de ancianos, de los cuales 17 recibirían dinero de los familiares de los adultos, sin embargo no hay nadie que supervise los cobros y montos establecidos.
Setenta y cinco de estos hogares (ahora conocidos como Residencias de Larga Estancia para Adultos Mayores) son vigilados y sostenidos por el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), incluso, en la entidad indicaron que aquellos que reciben pagos, son responsabilidad del Ministerio de Salud.
“Hay gente que paga, por ejemplo, en el Carlos María Ulloa, donde tienen VIP, hasta millón y medio mensuales. Eso lo maneja el Ministerio de Salud, nosotros no tenemos competencias. Algunos de esos centros que no reciben fondos, les hemos contratado espacios para el programa de adultos abandonados”, comentó Zulema Villalta, presidenta del Conapam.
Consultados en el Ministerio de Salud sobre la supervisión de los cobros y los pagos, señalaron que ellos no velan por esa acción, sino que, solamente brindan los permisos de funcionamiento.
“Los programas de vejez, cuido, cobros, financiamiento, subsidios, son con el Conapam”, expresó Allan Varela, jefe de Servicios de Salud, del Ministerio de Salud.
Agregó que ellos solamente verifican el cumplimento de los requisitos de los centros como la edificación, recurso humano, esquipo que deben tener y protocolos dentro del establecimiento.
MALTRATO
En caso de haber maltrato hacia algún adulto mayor, Villalta sí indicó que ellos intervienen, pero solamente cuando en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) les notifican algún caso, esto específicamente para esas residencias que reciben dinero de los familiares.
“La denuncia se pone ante el OIJ y al ser adultos mayores, nos convocan para asistir en los allanamientos. Ahí nos toca recoger a los adultos mayores, estén cuidados o no por el Estado y llevarlos a los hospitales o a los centros pagados por el Conapam, mientras se define la situación final de la persona afectada”, señaló Villalta.
NORMATIVA
En el Conapam consideran que se debe meter bisturí en cuanto a la calidad de atención a los adultos, incluso, dicen que hay un desfase estatal.
Ante este panorama, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, Inteco, a solicitud del Ministerio de Salud, establece las condiciones y requisitos mínimos que deben cumplir los establecimientos de larga estancia para poder obtener los permisos de funcionamiento.
Se trata del normativo INTE DN 05:2017, el cual se enfoca en aspectos físicos, éticos y de cuido, de manera que los residentes reciban el mejor trato, estén seguros y se prevengan tragedias.
“Como novedad, el documento normativo contiene un capítulo con las pautas generales del servicio, para fomentar la seguridad y calidad de vida del adulto mayor en la atención que se le brinda. Se especifican los requisitos que deben cumplir las instalaciones, así como el recurso humano y el tipo de profesional que debe de estar presente para cubrir las necesidades de los usuarios”, manifestó Alexandra Rodríguez, directora de Normalización de Inteco.
Uno de los ejemplos que señalan es que en un centro con una cantidad menor o igual a 25 residentes, debe existir al menos un profesional en enfermería, así como un cuidador/asistente exclusivamente para la atención y cuido de las personas adultas mayores, por cada 10 residentes.
Este punto no fue bien recibido por Villalta, quien manifestó estar en desacuerdo, además, dijo que la versión final del documento de Inteco no ha sido revisado por Conapam.
“No estoy de acuerdo en que se conceptualice que una residencia de larga estancia es un servicio hospitalario intermedio. Estamos confundiendo la convivencia de las personas adultas mayores en el centro de estancia con hospitales geriátricos. Si ahora la atención nos cuesta de ¢450 mil a más de ¢1 millón, imagínese con un enfermero en cada centro, tendríamos que empezar a echar a la gente a la calle”, acotó Villalta.
PERIODISTA: Sergio Jiménez
CRÉDITOS: Foto: Archivo
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Lunes 22 Enero, 2018
HORA: 12:00 AM
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