El Gobierno de la República vuelve a ser atacado por su falta de acción en el tema de infraestructura, esta vez por el cantón de San Ramón, en especial por su alcalde Nixon Ureña.
DIARIO EXTRA habló con el funcionario, quien se desahogó por la impotencia que siente actualmente y cómo la administración Solís Rivera los vaciló durante estos años. Asegura que puede tratarse de casos de corrupción.
Todo esto porque desde el gobierno les informaron que no será posible avanzar en este importante proyecto y todo queda en manos de la próxima administración, que asumirá el poder el 8 de mayo.
“San Ramón está cansado. Este gobierno vino y generó ilusiones, compromisos, se dijo que en las otras administraciones no se había hecho por falta de planificación y que este gobierno sí lo iba a lograr y hoy vemos que no se logró, sino que nos engañó peor que las otras veces”, denunció.
“¿Será que acaso los funcionarios que contrataron quieren alargar sus contratos millonarios? Si sabían que esto iba a pasar, ¿por qué no nos lo dijeron? Nos lo vienen a decir al final de una administración, eso no se hace”, añadió. De acuerdo con Ureña, el malestar no es solo suyo y el de su gente, sino también el de los pueblos aledaños y los alcaldes electos, como Roberto Thompson de Alajuela y Mainor Molina de Grecia.
Peor aún es el miedo de los ciudadanos que en algún momento vieron en este proyecto la oportunidad de dar un mejor futuro a sus familias mediante un nuevo desarrollo económico.
“Esta es una carretera que no solo la ocupa San Ramón, sino Palmares, Naranjo, Alajuela, Orotina, San Mateo, Zarcero y Sarchí. Todos los cantones de Occidente la ocupamos porque representa el desarrollo para nosotros”, manifestó.
NI UN PASO ATRÁS
Algo que recalcó Ureña es que a pesar de las malas noticias, no darán ni un paso atrás en su lucha por conseguir que arranquen los trabajos de mejora y ampliación de la ruta nacional 1.
“No nos vamos a echar para atrás, esa es la verdad. Esto me llena de energía y mucho entusiasmo para lograr que se haga posible porque esto no se puede retrasar más de los años que ya tiene”, enfatizó.
Al mismo tiempo indicó que durante los próximos días analizarán qué medidas pueden tomar, no solo para dar a conocer su descontento sino también para hacer ver a todo el país que a los ramonenses los bailaron durante cuatro años.
Hoy el Gobierno de la República llevará a cabo una conferencia de prensa para dar a conocer el estado actual del proyecto, en una especie de rendición de cuentas que para muchos pondrá más sal a la herida.
El 26 de agosto de 2016 el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Banco de Costa Rica (BCR) firmaron el fideicomiso que se supone haría realidad la carretera San José-San Ramón.
En abril de 2015 el presidente Luis Guillermo Solís firmó la Ley 9292, que permitía el fideicomiso por hasta $480 millones que daba luz verde a dicho plan, que se llevará a cabo en 57 kilómetros de vía.
Según lo planificado, el proyecto contenido en dicha normativa se implementará en dos etapas: constitución del fideicomiso y el funcionamiento del fideicomiso; es decir, la realización de la obra sobre la ruta nacional 1.
Inicialmente la carretera se le concesionó de forma fallida a la empresa brasileña Constructora OAS, a la cual Costa Rica pagó $35 millones para finiquitar el contrato de concesión de la ruta, la cual no resultó en nada.
De acuerdo con dicha ley, el trayecto entre La Sabana y el Monumento al Agua será ampliado a 6 carriles, de ese punto al Aeropuerto Juan Santamaría se ampliará a 8 y desde ahí hasta San Ramón serían 4.
Sin embargo los ramonenses se encuentran con la incertidumbre de un fideicomiso sin funcionar, sin la plata para arrancar y el sentimiento de engaño, burla y ultraje porque el proyecto que beneficiaría a varios cantones sigue atascado en el fango.
