A más de un aficionado manudo se le paró el pelo cuando anunciaron el ingreso de Miguel Ajú para defender la portería rojinegra, justo cuando Herediano más atacaba.
El jovencito de 18 años ingresó al minuto 58 tras la lesión de otro juvenil, Adonis Pineda. Este recibió un fuerte golpe del que no se pudo recuperar, tras chocar con Yendrick Ruiz, y le tocó abandonar el campo de juego en camilla.
Entonces se alistó Ajú. El técnico Dos Santos lo abrazó y le habló al oído, el resto de integrantes que estaban en el banquillo le dieron apoyo y, cuando entró, sus compañeros lo recibieron para darle confianza. Y el jovencito respondió en la hora grande.
Mostró seguridad y buen juego aéreo. Aunque tampoco recibió metralla por parte del Team, que se fue diluyendo con el paso de los minutos.
El arquero fue valiente para salir por el balón, tanto así que se fue al vestuario con sangre en la nariz luego de chocar con el florense Luis Ángel Landín.
“Es complicado entrar de cambio por la lesión de un compañero, pero con la ayuda de Dios, con el trabajo que hemos venido haciendo con el cuerpo de porteros, se dan las cosas. Es un debut soñado y gracias a Dios se me dieron las cosas, mandarle un saludo a mi abuela que está en el Cielo, confiado en Dios y a seguir trabajando”, dijo el guardameta, quien remató: “es parte del fútbol llevarse los golpes, creo que es un despertar y estamos para más”.
PORTEROS ENTRE ALGODONES
Las lesiones le abrieron un espacio a Ajú. Patrick Pemberton, el estelar, se mantiene en recuperación, ayer Pineda tuvo que pedir cambio por un golpe y Mauricio Vargas también está lesionado.
Con ese panorama, Miguel Ajú tenía más cerca el debut, luego de estar en la suplencia ante Grecia, Limón FC y contra Herediano. Ayer el destino le tenía preparado dar sus primeros pasos en la máxima categoría.
“No voy a decir que sabía que iba a jugar, pero lo soñé, igual que todos estos partidos que he estado en la banca, siempre me he dicho que estoy preparado. Vi a Adonis golpeado, no me dijeron nada, solo me levanté y fui a calentar”, destacó el cuidapalos, quien agradece a la afición que lo recibiera entre aplausos, así como por el apoyo a sus compañeros y cuerpo técnico.
“Los nervios están siempre ahí, el que no los tenga no es humano, pero estuve más ansioso que nervioso. Le hablé mucho a Dios, le dije que me he preparado toda la vida y es un comienzo, espero que me tenga muchas más cosas a futuro”.
Y se acordó de su entrenador de porteros en liga menor. “Le agradezco a muchas personas, como Román González, mi exentrenador de porteros en liga menor, sé que me vio, que vamos a hablar, y siempre me lo ha dicho, ‘Ajú, el día que le toque, siempre hágalo con esa personalidad, que he tenido desde pequeño”.
Ajú tiene 13 años de vestir la casaca rojinegra en diferentes categorías y el campeonato pasado lo cedieron a préstamo en Santa Ana, en la Segunda División. “Lo vi como un aprendizaje, sé que al ir a Segunda algunos jugadores piensan que es porque no te quieren, pero en mi caso lo vi como una nueva experiencia”, comentó el futbolista de ese paso por la Liga de Ascenso.
Miguel Ajú es admirador de los porteros Keylor Navas y su compañero Patrick Pemberton, de quienes destaca la humildad y perseverancia, por lo que los toma como un ejemplo.
El jovencito de 18 años es hijo del exfutbolista manudo Nisson Perea.
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CRÉDITOS: Foto: Herbert Arley
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Lunes 15 Enero, 2018
HORA: 12:00 AM
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