“Besos y toqueteos inapropiados, incluso se encerraron solos en uno de los recintos sabiendo que esta muchacha había consumido previamente bebidas alcohólicas suministradas en el local”, esas forman parte de las palabras que la frenteamplista Karlina Contreras dirigió al diputado y candidato presidencial Edgardo Araya, para denunciar un supuesto abuso sexual ejecutado por uno de sus asesores, en un local del partido, en el que además asegura se distribuyó licor.
La carta fue enviada en 2015, afirmando que los hechos se presentaron como parte de la celebración del 11 de abril.
Dos años después de la acusación, el caso revive dentro de un sector de mujeres frenteamplistas, quienes aducen que Araya dio un manejo irregular al caso, al supuestamente buscar de forma directa a la familia de la presunta víctima para bajar el tono a la acusación.
DIARIO EXTRA cuestionó a Araya, quien asegura no recordar si se reunió con la joven y la familia, y desconoce en qué culminó el caso (ver recuadro de entrevista).
Pero ¿qué pasó con la denuncia? El Diario del Pueblo conversó con Roberto Alfaro, miembro del Tribunal de Ética de la agrupación, quien explicó que solo se siguió la indagación por la distribución de licor, en la que incluso se extendieron sanciones. Indicó que respecto a la acusación del supuesto abuso sexual, se determinó que debían ser atendidas ante el Ministerio Público y remitió a ampliar la consulta con la presidenta del Tribunal.
Al respecto, Eva Carazo, quien preside el Tribunal de Ética, desmintió la postura de su compañero y adujo que, tras una indagación de seis meses, no se pudo comprobar que se distribuyera licor, y que “los supuestos comportamientos inadecuados con una persona menor de edad, de ser ciertos, estarían fuera de las atribuciones del Tribunal de Ética”, por lo que instaron a la denunciante a llevar el caso a la Fiscalía.
No es la primera vez que este partido enfrenta denuncias relacionadas con temas sexuales. También en 2015, el exdiputado del Frente Amplio Ronal Vargas renunció al cargo tras un fuerte enfrentamiento con la cúpula de la agrupación por una queja en su contra por presunto acoso sexual.
EDGARDO ARAYA: “NO RECUERDO” REUNIRME CON PRESUNTA VÍCTIMA
En una denuncia en 2015, se indicó que se distribuyó licor a menores de edad en un local del partido y hubo un supuesto abuso sexual a una menor de edad por un asesor suyo. ¿Usted fue a hablar con la familia para que el caso no trascendiera?
- No, a ver, eso es un caso que traté con muchísima cautela, precisamente por el deber que hay de protección a la víctima.
Sí, la denuncia yo la recibí en mi despacho, y lo que hice fue dirigirla al Tribunal de Ética, que hizo el trámite. Eh, yo al final no volví a saber nada de eso.
¿Mantiene a su asesor?
- Sí, al final, digo, yo no recibí ninguna notificación del Comité de Ética, diciendo que hubiera sido sancionado, hubiera hecho lo que correspondía.
Ese caso lo que recuerdo es que yo sí había advertido al Comité de Ética que la persona que denunciaba no era la víctima, y que la víctima nunca había dicho…, entonces, diay, es un deber de informar, yo le informé eso al Comité.
Pero ¿se reunió con la supuesta víctima o la familia?
En un… Es que no recuerdo, yo hice el señalamiento al Tribunal de Ética, no recuerdo, en todo caso, si en algún momento lo que señalé fue que no se le había notificado a la persona, o sea que la presunta víctima no había sido notificada, había que indicarle para que ella dijera sí o no.
Pero siendo abogado, usted sabe cuál es el proceso a nivel jurídico. No es ir a buscar a la víctima, es poner la denuncia…
- No, no, no (…). En todo caso, el Tribunal de Ética planteó a la persona que denunciaba que eso era un tema que consideraba debía denunciarlo ante la Fiscalía. (…) Cuando yo veo la denuncia, lo que veo es que es un tema de ética, no veo en la denuncia un tema que merezca denuncia penal, y se lo traslado a él.
En la denuncia que le hacen a usted, le describen “besos y toqueteos inapropiados, incluso que se encerraran en un recinto” con la menor de edad.
- Sí, sí, yo tramité eso, y lo que hice fue trasladarlo a Ética, se tuvo recepción de pruebas y los testigos que ella señala fueron recibidos.
En el caso del exdiputado Ronal Vargas, por un caso de acoso, se actuó de inmediato. ¿Actúa distinto?
- Pero ahí había pruebas y otras cosas, no tiene punto de comparación. Una cosa es que la denunciante diga que tiene fotos y cosas, fue tan contundente que Ronal denunció, no podemos obligar a un diputado a renunciar. Otra cosa es que alguien diga: yo vi que estaba pasando algo.
