Martes 16, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Espectáculos

A pesar de que la quiero, vivimos como perros y gatos

Dr. Mauro Fernández • Sexólogo

En nuestra sociedad muchas parejas han convertido el convivio cotidiano en un verdadero martirio. Según indican los estudios, las discusiones afloran con facilidad. A menudo los temas en disputa no son tan importantes, pero la forma en que se abordan suele ser devastadora. Es decir, se discute por cualquier cosa y de manera hiriente e insultante.

Con el tiempo, sin saberlo y sin quererlo, las parejas aprenden el macabro arte de lastimarse. Se hacen doctas en el dónde, cuándo y cómo dar por donde más duele. En esas circunstancias es fácil de entender que cada discusión provoca en ambos enormes daños emocionales.

Al inicio basta una lágrima, un beso y una sonrisa para olvidar el desacuerdo. Conforme el escenario se repite, el tiempo para superar las discusiones se alarga y cada vez es más difícil dar por terminada cada discrepancia. Así, en cuestión de tiempo los altercados se prolongan por días. Las parejas se acuestan enemistadas, lo cual es muy destructivo y muchas veces traza el camino hacia la separación.

Al inicio el sexo puede ser una buena forma de resolver la desavenencia. Al cabo del tiempo cada discusión más bien genera cierta distancia sexual que va minando el ambiente erótico. 

Ante ese panorama el temor se apodera de ambos. Ya se tienen cuidado. Los temas urgentes y prioritarios suelen posponerse. No quieren comprarse una discusión porque saben que les costará días de dolor y pesadumbre. 

El hogar se torna en la antítesis de lo que debería ser. No se habla de asuntos relevantes y a veces casi de nada. Ambos prefieren callar para no tener dificultades y la relación se va deteriorando. Cada uno vive su vida por su lado. No se halla la forma de solventar los problemas porque la comunicación se ha roto. Los periodos de silencio y de respuestas cortas, tajantes e irónicas monopolizan las conversaciones. Los gritos, el choteo, el irrespeto y hasta la violencia física encuentran suelo fértil, mientras ambos presencian cómo aquella promesa de amor se desvanece. 

Como recurso desesperado es común que cada uno busque ayuda en familiares y amigos cercanos. Estos con frecuencia, en vez de propiciar un reencuentro, pese a sus buenas intenciones, al no estar capacitados suelen complicar más la situación.

En la mente de ambos solo queda pensar “o aguanto, o me separo”, sin comprender que hoy la ciencia cuenta con diversos abordajes para que quienes realmente se aman puedan solucionar bien sus diferencias. 

Por eso hoy queremos que las parejas consulten a tiempo cuando discuten de modo reiterado sobre los mismos temas, cuando buscan excusas para no estar juntos o florecen las ideas de infidelidad, alejamiento o la sensación de no ser amado, respetado o comprendido; cuando el área sexual no anda bien, o si los celos, las conductas posesivas o las discusiones amargan el diario vivir; o cuando la intromisión de familiares o conocidos ocasiona serios conflictos.

Si hay cariño, si hay afecto y si hay voluntad, es posible una relación armoniosa y afectiva.

PERIODISTA: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo

CRÉDITOS: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo

EMAIL:

Lunes 15 Enero, 2018

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA