Tibás.- Fracaso morado, se quedó sin final y por ende sin copa. Otra vez en las gradas se escuchará, en el torneo venidero, el cántico de la fanaticada suplicando “Monstruo de mi vida, cúrame esta herida, yo quiero ser campeón”.
Al igual que el otro club de mayor afición, Liga Deportiva Alajuelense, verá por televisión cómo Herediano y Pérez Zeledón se baten en una batalla a dos enfrentamientos.
Esta vez no hubo saprihora, una vez más quedaron al descubierto las fallas en defensa que jamás aceptó Carlos Watson y que provocaron hasta se alzara contra la prensa.
El cuadro tibaseño deberá entrar en un serio proceso de revisión, donde evaluará desde lo que fueron refuerzos como Jerry Bengtson y Henrique Moura hasta otros aspectos que, sumados, dieron al traste con la idea de ser el campeón de Apertura.
DE DIMES Y DIRETES
Con todo el morbo del caso empezó un juego con dos escenarios, La Cueva y el Rosabal Cordero. De entrada se produjo lo que se comentaba, Herediano salió con jugadores muy jóvenes. Tensión en las tiendas moradas y generaleñas.
Tras dos minutos la noticia de que Pérez iba arriba desanimaba a la clientela morada, que en buena cantidad respondió. Pero aun así en el terreno se veía a dos cuadros entregados a no ceder ni un milímetro. Buenas jugadas en ambas áreas, con realidades muy distintas. Los morados en la búsqueda de más minutos de vida, los santistas por un cierre digno. Después cayó el empate en Heredia, entonces la tensión bajó.
Al minuto 18 el central marca la pena máxima a favor de los de casa, con una jugada dudosa, donde el meta Alejandro Gómez supuestamente bota a Daniel Colindres. Cobra Mariano Torres y a una mano el guardatubos la frena para posteriormente llevársela con ambas. Dardo psicológico al corazón morado.
La intensidad fue la misma, para honrar el juego limpio se dieron de tú a tú hasta los 45 iniciales.
Pero en el tiempo agregado vendrían los goles. Tras paradones en las dos cabañas Reimond Salas ponía arriba a los de Pococí, solito en el área. Alegría que duró poco, pues al 48’ Leitte emparejaba las acciones.
De regreso tras el entretiempo a las bancas llegaba el mensaje de texto “Pérez le va ganando a Herediano”.
Otra vez el Santos volvió a ser el de las 22 fechas del Apertura, concentrado, con buen fútbol y otra vez con gol.
Wilmer Azofeifa se puso el frac, dijo “con permiso señores” y empezó a danzar como si estuviera en un baile de graduación. En total sacó a cuatro rivales y después la lanzó al fondo de los cordeles.
Pasaron los minutos y la afición morada empezó a aceptar lo que estaba viendo. En la banca un Watson con la mirada clavada en la gramilla lo decía todo, ya no había nada que hacer.
Bengtson estuvo cerca de anotar, Moya pudo hacer diferencia pero ya no era el momento. Todo estaba definido, solo faltaba que el cronómetro acabara con el tiempo regular y cayera un enorme telón morado.
Se cierra el teatro, hasta el próximo año.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
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Lunes 18 Diciembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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