Pedro Muñoz, presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), contó que una de las características del empresario del cemento chino Juan Carlos Bolaños era ofrecer plata. 

Para el caso de esa agrupación política hizo un ofrecimiento a modo de financiamiento, pero no le aceptaron la contribución. 

El abogado de 49 años conversó con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA.

Esta es la segunda parte de la entrevista, donde habla de su viaje a Panamá y las expectativas para el candidato Rodolfo Piza.

¿Cuando usted viaja con Juan Carlos Bolaños a Panamá va como su abogado?

-No. En el viaje a Panamá él no es mi cliente. Mi cliente es el panameño. Él va a proponerle un negocio a un cliente mío en Panamá. Tengo un bufete centroamericano, yo me dedico a eso. Terminada la reunión yo le dije (a Juan Carlos) “me regreso para Costa Rica”. Estamos hablando de 2015, yo no dudaba de él.

¿Desde cuándo tiene oficinas en Panamá?

-Desde el año 2010 o 2011. Para mí no es nada extraordinario ir a Panamá a hacer un negocio con un cliente panameño. Ese bufete que tengo hoy es Dentons, antes era Arias & Muñoz.

¿Y antes de ese viaje?

-Le hice un trabajo a Sinocem de Costa Rica S.A. El pago se hizo en setiembre de 2015. Estos documentos solo se los he enseñado al Tribunal de Ética. 

¿Usted constituyó Sinocem Costa Rica?

-No le he constituido ni una sola sociedad, ni en Costa Rica, ni en Panamá, ni en China, ni en Hong Kong, en ningún lado a Juan Carlos. 

¿Cómo lo conoció?

-En la exposición ganadera de Liberia, el 25 de julio de 2011, regresando de mi viaje a China.

¿Cómo fue? ¿Él se le acerca y le dice: “Yo soy Juan Carlos Bolaños”?

-No. Nos conocimos en el tope andando a caballo. Él conocía a alguna gente con la que yo estaba. Había mucha gente del partido ese día. En ese momento yo no era presidente del PUSC. 

¿Y ahí le solicita sus servicios como abogado?

-No. Eso fue hasta 2015. De ahí nos seguíamos encontrando, hablando, coincidiendo en lugares. Teníamos amigos en común.

¿Se hicieron amigos?

-Nos fuimos conociendo en fiestas sociales. ¿Amigos?... Nunca hemos ido en viaje mi familia con la de él o la de él con la mía, ni hemos pasado Navidad, ni año nuevo juntos, ni vamos a las fiestas de los chiquitos. 

Pero ¿ha estado en su casa?

-En Atenas. Nunca fui a Tempate.

Y si no eran amigos, ¿de qué hablaban tanto?

-Hablamos de política, del país, de caballos… Era un tipo muy locuaz, hablaba de sus negocios, de los negocios que estaba haciendo con China, con el cemento. Él era un tipo agradable, hay que admitirlo. 

Pero esas llamadas son más como de una asesoría. Uno no llama a un conocido para decirle: “Mirá, ¿cómo ves la política?”

-Yo no dije que eso fuera cuando las llamadas telefónicas, sino que eso era cuando estaba de lo que hablábamos.

¿Entonces por qué tantas llamadas telefónicas?

-Siento que no es cierto esa cantidad. Fui al ICE y aquí tengo la información, tengo que revisarla.

¿Usted llamó a Juan Carlos Bolaños desde el teléfono de un guarda?

-No es un guarda, era un trabajador de mi oficina. Tengo dos teléfonos, ambos están a nombre mío hoy. El primero está a nombre mío desde el 5 de mayo de 2015, antes de eso le pertenecía a Henry Araya Vega, que era un trabajador de mi bufete de abogados.

¿No era un guarda?

-No. Era un trabajador de confianza de mi bufete. Siempre ha sido mi teléfono y lo he andado yo, lo que pasa es que él fue a hacer el trámite al ICE. Ha sido mi número de toda la vida.

¿Le parece que son muchas las llamadas o es un número razonable?

-Las llamadas que son, son las que son. 195 llamadas en un periodo de 14 meses, debe haber una serie de llamadas perdidas y tal… pero no lo sé. Siento que ese número está mal.

Si uno llama a alguien sabe la frecuencia y para qué, ¿o no?

-En ese periodo de 14 meses está parte del tiempo de la consultoría que le di. Va hasta el 30 de junio de 2015.

¿Cómo llegan a esa relación profesional?

-Frecuentábamos. Era una asesoría de derecho comercial, que nada tiene que ver con inscripción de sociedades. 

¿Y le pregunta si puede asesorarlo sobre cómo inscribir en Panamá?

-Sí, ahora que usted me pregunta… Recuerdo que me pidió una cotización para sociedades en todo Centroamérica. Sí le mandé la cotización, pero no hubo respuesta.

¿Cómo llega alguien como Juan Carlos Bolaños a tener contacto con alguien como Stanley Motta?

-Yo no he dicho que Juan Carlos Bolaños haya tenido contacto con Stanley Motta.

Pero ¿coincidieron en ese viaje a Panamá?

-Eso tampoco lo he dicho yo. Lo que he dicho es que no podía confirmar si era o no era mi cliente.

¿Por qué no me puede decir si es su cliente?

-El secreto profesional de un abogado es equivalente a la reserva de la fuente de un periodista. Si yo soy un abogado o bufete que revela quiénes son mis clientes, el sistema se cae. 

Pensé que el abogado se reserva el tipo de servicio, pero no si alguien es su cliente.

-Es como el psicólogo. Que se sepa que un artista o político va donde un psiquiatra puede afectar la situación de la persona.

Pero si en el caso de Juan Carlos Bolaños usted acepta que es su cliente, ¿por qué con Stanley Motta es diferente?

-Porque Juan Carlos Bolaños no tuvo problemas en que yo revelara que era mi cliente. Pongamos que yo digo quién es mi cliente panameño, lo voy a meter en una cosa en la que no tiene nada que ver. 

¿Le recomendó un abogado en Panamá?

-No, no le recomendé ningún abogado. 

¿No le preguntó cómo hacer negocios en China, tomando en cuenta su experiencia, o cómo traer cemento de China?

-No.

¿Ha perdido clientes en el bufete por esta situación?

-No, para nada.

¿Alguna vez le ofreció dinero?

-A mí nunca me dio ningún dinero, en él sí era costumbre ofrecer. A mí me preguntó si el partido necesitaba ayuda y yo le dije que no. Él sale de la nada. 

Pero la esposa es sobrina de Danilo Chaverri, exministro de la Presidencia del PUSC.

-Yo sabía que había trabajado en Casa Presidencial. A lo que entiendo él empezó con una mano atrás y otra adelante. Todo ha sucedido cuando ha estado gente que nada tiene que ver con el PUSC. Podemos hacer una novela sobre Juan Carlos Bolaños y eso es lo que se ha venido haciendo, pero ¿quiénes son los padrinos políticos de él? Esa la pregunta. 

¿No le parece raro que una persona ande por la vida ofreciendo plata?

-Él era una persona rajona a la tica.

El punto es que no voy a llegar mañana a la convención del partido a decir: “¿Don Pedro o don Rodolfo, ocupan plata?”

-Esas cosas no son tan normales. Creo que él se fue empeorando conforme fue pasando el tiempo. Él estaba metido por todo lado. Yo les puedo decir tajantemente que plata de él al partido no llegó.

Pero ¿sí hubo una donación del primo?

-Lo que llegó fue una donación de Javier Rojas, que fue declarada ante el Tribunal Supremo de Elecciones, por montos no significativos. El partido ha tenido dificultades de financiamiento y aun en los momentos más difíciles nunca hemos dependido del financiamiento de una persona tradicional o no tradicional. El financiamiento lo hemos hecho con plata de los partidarios. 

Se decía que a Piza le dio una cantidad importante a través del asesor de un diputado.

-Eso no lo sé, yo le puedo hablar de lo mío. En mi caso él siempre estuvo dispuesto a ayudar y no lo acepté. Siempre lo vi alineado con Otto Guevara. 

Disculpe, pero usted es el presidente del partido. ¿Cómo no va a saber si hubo una contribución en ese sentido?

-Número uno, yo soy presidente del PUSC desde julio de 2014, yo me responsabilizó de tres años para acá. Antes estaba Gerardo Vargas. Las cuentas del PUSC son muy sencillas. Un partido no debería necesitar donaciones. Usted para mantener un partido político no necesita plata. 

¿Para campaña sí?

-Tampoco. Lo que usted necesita es ser sujeto de crédito. A nosotros nos financiaron ¢2.500 millones. El monto total de la deuda política es ¢25 mil millones, si sacamos un 10% son ¢2.500 millones, por eso es que el banco está dispuesto y esa es toda la plata del mundo, son $5 millones. Si un banco no le presta, usted puede ir a vender los bonos.

¿Qué respaldo tienen ustedes?

-La deuda política estimada en una encuesta. 

¿Qué es lo que investiga el TSE?

-Son préstamos. Como las finanzas son sencillas yo sé quiénes pusieron y de dónde viene la plata. Estoy tranquilo, al TSE se le han brindado las explicaciones. Colón por colón lo podemos justificar.

Si todo está tan bien, ¿por qué piden su cabeza?

-Decía Winston Churchill: “Los adversarios están en frente, los enemigos están atrás”. Hay mucha expectativa de que esta es la gran campaña del PUSC para volver. Hay un sentimiento de que hay que ganar en esta y si no sale como se quiere hay que buscar un culpable.

¿Van a repuntar?

-Hay algo fundamental, el 40% de los costarricense no se ha decidido. El crecimiento de Juan Diego Castro viene del PLN, no podemos pretender pescar en esa piscina. Usted vio que Piza en 2014 tampoco atacó a nadie, no es su estilo.

¿Cómo se traducirá eso en votos?

-En la última encuesta de CID Gallup, Rodolfo Piza sale muy bien posicionado en el tema de conocimiento y en segundo lugar aparece con pocos puntos negativos. Al final los costarricenses van a votar por quien les dé más confianza, yo no estoy a cargo de la estrategia de comunicación.

¿Eso de los pocos puntos negativos no es porque Piza ha estado escondido?

-La pregunta es sobre cuáles son los temas en los que hay que opinar con vehemencia, como el costo de vida. 

Disculpe, pero don Rodolfo es inaccesible. ¿No lo han revisado? Porque si es así como candidato, ahora como presidente…

-Me comprometo a transmitir el mensaje. 

Es el candidato de su partido. ¿No cree que le falta exposición a don Rodolfo?

-Creo que la oportunidad está y que hay tiempo. Creo que los costarricenses se van a enfocar en el tema político en enero. 

Volviendo a Juan Carlos Bolaños. ¿Por qué andaba metido en cenas del PUSC para recaudar fondos?

-Esa cena no era para recaudar fondos, era del congreso ideológico. Debo decir que invité a una serie de conocidos míos, incluyéndolo a él por su interés en los temas políticos y del partido. Eso no significa que fuera partidario. En el caso de Javier Rojas, él sí se identificaba como socialcristiano.

Se dice que a la Asamblea entró por Luis Vásquez y Gerardo Vargas, ambos diputados del PUSC.

-Me reuní con los diputados para preguntar cuál había sido su involucramiento y la respuesta fue la misma, que no mediaron más allá de una carta o un discurso, y que no ha pasado de ahí. Entiendo que Juan Carlos estuvo en la Asamblea, pero no tengo nada que ver, no participé en la convocatoria, no me invitaron. No tengo detalles de eso.

Extradirecto

PERIODISTA: María Siu Lanzas

CRÉDITOS: Fotos: Randall Sandoval

EMAIL: [email protected]

Jueves 30 Noviembre, 2017

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA