Sacos de cebolla estarían aparentemente comercializándose en el PIMA-Cenada, sin que haya mucha claridad de dónde provienen. Así lo denunció un grupo de importadores que se sienten en desventaja con la situación.
Manrique Loáiciga es uno de ellos, y a la vez vicepresidente de la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos. Aseguró que puso la queja ante el viceministro de Agricultura, Felipe Arguedas, pero este le respondió que ese tema no era con él, sino con la Policía Fiscal.
Loáiciga dijo que se debe investigar a fondo la situación porque no es posible que si los permisos están pegados en el Fitosanitario, se esté vendiendo cebolla importada.
Todo esto da al traste con el precio de la cebolla que en los comercios ya va por los ¢1.500 a ¢2 mil el kilo.
“Ese producto no es inocuo para el consumo humano. Aquí no se sabe ni cómo, ni en qué condiciones entró, pero no nos dan pelota. El ministro Luis Felipe Arauz, parece estar más preocupado por obtener un puesto el IICA”, manifestó.
Agregó el importador que el producto no cumple con la normativa fitosanitaria, ni con la de restricción de residuos. “¿Dónde está la defensa fitostanitaria que tanto pregona el gobierno?”, replicó.
Al parecer en este momento hay escasez de cebolla en el mercado nacional por un tema de clima, pero por lo general el país es autosuficiente.
Aseguran los importadores que en este momento traer producto de contrabando es la opción de algunos grupos que no quieren pagar altos aranceles, pues solo un contenedor debe cancelar un 47%.
La mayor preocupación es que la situación se estaría extendiendo a otros productos como la papa, las frutas y el ajo. Asimismo, aseguran que ya en la Zona Sur han perdido muchos clientes, debido a esta situación.
“¿Cómo está ese producto en el Cenada, si la comisión del MAG, no ha dejado de importar legalmente en los últimos tres o cuatro meses?”, replicó el empresario.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Sábado 25 Noviembre, 2017
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