El asueto de cuatro horas decretado por el gobierno para el sector público, en el que se invitaba al sector privado a sumarse, dio frutos porque la marcha en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer rindió sus frutos, pues miles de trabajadores se sumaron al llamado y en una sola voz exigieron un alto a este flagelo.
Representaciones de trabajadores públicos y privados, así como de sindicatos, mujeres indígenas, grupos de género, oficiales de la Fuerza Pública y Policía Turística, agrupaciones que velan por los derechos y responsabilidades de los hombres, colegiales y estudiantes universitarios, entre otros, a ritmo de bandas, payasos, zancos y cimarronas exigieron un alto a la violencia contra las mujeres.
Los manifestantes llegaron de diferentes puntos del país, lo que también impactó en que la marcha fuera multitudinaria.
La marcha salió de las inmediaciones del Parque La Merced, poco después de las 9 a.m., y los participantes, con la colaboración agentes de la Policía de Tránsito y seguridad privada, caminaron por dos carriles habilitados con sus paletas, carteles, mantas y globos con mensajes alusivos a la actividad, la cual culminó en la Plaza de la Democracia con actos culturales.
“Una somos todas”, “Con el machismo ni un gramo de paciencia”, “Cero violencia, más inteligencia”, “El machismo eso sí es terrorismo” y “Ni una muerte más, ni una mujer menos” fueron algunas de las consignas que se escucharon a lo largo del recorrido de alrededor de 15 cuadras.
Datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) revelan que en lo que va del año han fallecido 33 mujeres a manos de hombres, situación que deja en orfandad a 35 menores.
Alejandra Mora, ministra de la Condición de la Mujer y presidente ejecutiva del Inamu, resaltó que la actividad pretende hacer una voz colectiva para decirle al Estado que se requiere más apoyo y al Poder Judicial que debe tener más herramientas para la investigación de los casos que se presenten en este sentido.
Mora dijo que si bien es cierto existe preocupación por el aumento de los casos, es más preocupante aún el ensañamiento que se registra en los actos de violencia.
“Pero también que se le diga a la sociedad civil, a las personas y a las comunidades que las víctimas de violencia nos requieren. No puede ser que nos pase indiferente el alma frente a lo que sucede. No se trata de un tema privado, de las casas, de que no me puedo meter en eso, porque lo que corre riesgo es la vida de las personas.
También es un alto en el camino para hacer una reflexión de las implicaciones que tiene la violencia sobre las mujeres, en la vida de las mujeres y de las comunidades y cómo hace que además nosotras por los problemas de la salud y el autoestima no solo tengamos limitaciones en la familia sino de salir al mundo”, expresó.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
CRÉDITOS: Fotos: David Barrantes
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Sábado 25 Noviembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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