Las instituciones son como casas y hay que ponerlas en orden
Editorial
Hace unos días salió un informe sobre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en cuanto a la situación de los hospitales del país, donde encontraron que es urgente intervenir 4, en especial con respecto al tema del segundo nivel de atención, que es el encargado de diagnosticar los padecimientos.
Se trata de los hospitales Dr. Tony Facio Castro de Limón, San Francisco de Asís de Grecia, Manuel Mora Valverde de Golfito y Tomás Casas Casajús de Osa.
Somos conscientes de que a pesar de que solo salieron 4 centros médicos que deben hacer cambios, los asegurados creemos que son muchos más pues hemos tenido que sufrir bastante para ser atendidos y en ocasiones no hay resultado satisfactorio.
Para nadie es un secreto que a muchos nos ha tocado llegar de madrugada a esperar ser revisados, hacer fila por horas y cuando por fin nos toca el turno quien nos atiende ni siquiera nos voltea a ver o lo realiza de mala gana.
Ahora la nueva modalidad es atender por telepatía. Los médicos ni se levantan de su silla para examinar a la persona enferma y todo se resume en lo que el paciente pueda contar.
Muchas veces si es un adulto mayor lo más seguro es que se le puede olvidar la mitad o no contar, por ejemplo, todos los medicamentos que toma, lo cual pondría su salud en peligro.
Y para rematar en casi todas las ocasiones lo único que recetan es acetaminofén, como si se tratara de la pomada canaria; quienes lo hemos consumido para un dolor incapacitante, sabemos que no hace ni cosquillas.
O sea, además de perder el tiempo para ser atendido en un hospital público, después se debe ir a una farmacia para pagar por un medicamento efectivo. Eso si nos va bien, sino hay que ir a un centro privado para que al final nos den un diagnóstico certero.
A muchos les ha tocado llegar graves y tener que esperar sentados en una silla o peor aún en el piso frío de un nosocomio casi que suplicando ser atendidos, en medio de un mar de gente varios se han descompuesto, se han vomitado o se han empezado a desangrar a la espera de que alguien tan siquiera voltee la mirada hacia ellos.
Volviendo al asunto del informe emitido por la Contraloría General de la República, a estos cuatro centros médicos les falta coordinación previo al tema de la hospitalización.
Es decir, estas instituciones son como una casa donde vive una familia: si no tiene una cabeza que ordene, todo se pone patas arriba.
Llegó el momento de que alguien se tome la molestia de ir a poner orden a estos centros médicos, ya que ahí atienden a seres humanos que merecen respeto. Además del trato digno, se necesita infraestructura idónea para atender personas enfermas.
A esto hay que sumarle el hecho de que es necesario tener especialistas que sean los que vean a los pacientes, debido a que a un médico general, por más buena voluntad que tenga, le falta conocimiento para hacer ciertos diagnósticos.
Ojalá las medidas correctivas que propongan se ejecuten, pero lo más importante es que se tenga la buena voluntad del personal para que los pacientes puedan ver un cambio real.
Repetimos: quienes llegan a los hospitales son seres humanos que merecen un trato digno.
