Por razones históricas, en nuestra cultura la vivencia de la masculinidad está en íntima relación con el tamaño del miembro. Por eso es común que, en algún momento de su vida, los hombres se cuestionen si están bien dotados o si, por el contrario, su miembro es de bajas dimensiones.
La ciencia menciona que el órgano sexual masculino varía mucho de un hombre a otro, y aún en un mismo hombre. Así, el tamaño cambia a lo largo del día según diversas condiciones: se encoge con el frío, las preocupaciones, el estrés, durante el ejercicio; y aumenta sus dimensiones con el calor, la tranquilidad y en estados de relajación. Es normal, por ejemplo, que el pene luzca diminuto en ambientes francamente fríos, hasta el punto de resultar imperceptible, y, por el contrario, que luzca más grande y dilatado en ambientes calurosos. Estos cambios son del todo normales y transitorios, y solo suceden cuando el pene está en reposo. Por ese motivo, el pene se debe medir durante la erección.
Para sorpresa de muchos, los estudios señalan que, durante la erección, las dimensiones del pene varían poco de un hombre a otro: las diferencias son de escasos milímetros. Por eso a la erección se la denomina “el gran igualador”, porque el pene pequeño durante el reposo, con la erección aumenta mucho su tamaño, mientras el pene grande en reposo, con la erección aumenta poco su tamaño.
En el ámbito popular, abundan los mitos sobre las medidas del pene. Así, algunos mencionan que en la raza negra el órgano sexual masculino es mucho más grande. Este mito se derrumba cuando nos enteramos de que en varios países del continente africano circula el mito contrario: que los hombres blancos tienen más grande el pene.
También, se cree que el tamaño del pene guarda relación con el tamaño de otras partes del cuerpo. Algunos indican que, si los pies son grandes, el pene será grande; o que, si los dedos de la mano son largos, el pene también. Debemos enfatizar en que esas ideas son falsas.
Otros erróneamente dicen que el tamaño del pene se relaciona con la contextura corporal. Entonces, si un hombre es alto y musculoso, tendrá un pene de grandes dimensiones; y, por el contrario, un hombre pequeño y con poco desarrollo muscular tendrá un pene poco desarrollado. De nuevo debemos ser categóricos: eso no es cierto.
Si bien existen diversos criterios sobre el tamaño normal, en general se considera que, si con la máxima erección el pene alcanza los nueve centímetros o más, tiene dimensiones normales. Lamentablemente, las personas se acomplejan cuando ven en películas o en sitios de internet a varones con miembros de cincuenta centímetros o más. Esas páginas están dedicadas a la diversión lúdica, y en las escenas sexuales mostradas se utilizan trucos cinematográficos para lograr su cometido.
Algunas enfermedades hormonales pueden afectar el desarrollo del pene, por lo cual el pene, tanto en reposo como durante la erección, es pequeño y apenas alcanza las dimensiones de un dedo de la mano. En estos raros casos, debemos realizar estudios profundos para encontrar la causa. Por fortuna, hoy contamos con tratamientos muy efectivos para este tipo de problemas.
PERIODISTA: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo
CRÉDITOS: Dr. Mauro Férnandez • Sexólogo
EMAIL:
Lunes 20 Noviembre, 2017
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA