Sábado 20, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Sin más capacitación no disminuirá la pobreza

Miguel Ángel Rodriguez

Lo dijo con meridiana claridad el Papa San Juan Pablo II: para vencer la pobreza los pobres deben ser los artífices de su propio desarrollo. Pero claro, para ello deben disponer de oportunidades para lograrlo.

Es evidente que, en Costa Rica, con la tasa de desempleo más alta de Norte y Centroamérica, los pobres requieren más oportunidades de empleo formal.

Ese empeño enfrenta importantes dificultades. Por una parte, se requiere que el empresariado pequeño, mediano y grande genere suficientes empleos formales, que paguen los salarios mínimos y eso demanda políticas que generen estabilidad y promuevan el ahorro y la productividad para poder tener un crecimiento acelerado. Sabemos que la estabilidad tiene a futuro las amenazas del déficit fiscal y la deuda pública, que la infraestructura es insuficiente, los servicios públicos caros, las regulaciones engorrosas y que no se han promovido políticas adecuadas para estimular la productividad del sector privado.

Por otra parte, para ocupar esos puestos se requieren trabajadores que tengan la capacidad de poder cumplir con sus requisitos. Y sabemos que -infortunadamente- después de la crisis de inicios de los ochenta se disminuyó muy significativamente la proporción de jóvenes que estudiaron secundaria, y que a pesar del gran incremento en la escolaridad de ese nivel que se inicia a finales de los noventas, aún no la hemos universalizado. 

Esto determina que haya una importante cantidad de jóvenes que no terminan secundaria, y que la generación más numerosa de nuestra historia de trabajadores de 30 a 45 años incluya una desproporcionada cantidad de trabajadores con poco capital humano. Además, la educación técnica secundaria no ha crecido lo suficiente, exige un año más de estudios, no se abre el camino a carreras cortas ni se coordina con las empresas ni con el INA. Y el futuro nos espera con creciente robotización e inteligencia artificial, que demandarán aún más y mejor capacitación de los trabajadores. 

Como si esto fuera poco, el INA es un escándalo.

En esta página, en enero de 2015, comenté el informe de la Contraloría General de la República del 16 de diciembre de 2014 sobre la gestión del INA en sus programas de formación y capacitación que determinaba:

Primero, que no se cumple con el objetivo de preparar trabajadores en los campos necesarios para promover una mayor productividad

Segundo, que no se capacita el número necesario de técnicos.

Tercero, que tampoco se cumple con el objetivo de seleccionar los estudiantes para disminuir la pobreza.

Y concluí que, por la importancia del tema, ese informe de la Contraloría debería merecer la atención del Gobierno y las autoridades del INA para corregir esas graves debilidades. De lo contrario se perderán recursos esenciales para disminuir la pobreza y aumentar la productividad. 

Treinta y dos meses después del Informe de esa Contraloría que debió haber movido al INA, al Poder Ejecutivo, a los sindicatos y cámaras empresariales que conforman su directiva, a la inmediata acción, se presenta un acuerdo del INA con la OIT para preparar un proyecto para la Modernización de la Formación Profesional en Costa Rica.

En ese proyecto (www.ina.ac.cr/modernizacion.pdf) la OIT afirma:

“Pese al elevado presupuesto institucional, la infraestructura, los recursos humanos y la amplia misión institucional, la definición y entrega de servicios que efectúa el INA en la actualidad no se adecúa de la mejor manera a las demandas de los sectores productivos del país”. 

Señala ese documento que el INA pasó de 51.349 personas egresadas en 2009 a 30.919 en 2016. Además, indica que los cursos no generan empleabilidad, pues de la población que no trabajaba antes de la capacitación solo un 39,4% logra insertarse al mercado laboral, y únicamente un 24,6% en un área afín a su rama de estudio.

Esto se contrapone a la magnitud del trabajo de capacitación pendiente por la gran cantidad de técnicos y trabajadores más capacitados que las empresas no encuentran en el mercado laboral. Ese proyecto con la OIT afirma: “El estudio Escasez de Talento Humano (Manpower, 2016/2017) señala que el 35% de los empleadores costarricenses consultados asegura no encontrar profesionales idóneos para desempeñar las tareas que requiere su empresa. La causa principal, según los contratistas, es la falta de experiencia y carencia de competencias técnicas”.

¿Tendrán los partidos políticos respuestas concretas y realistas para enfrentar este reto? Si no las tienen, sus compromisos de disminuir el desempleo, la pobreza y la desigualdad serían puras palabras huecas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 23 Octubre, 2017

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodriguez

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA