Ticos y velocidad no son buena combinación

Editorial

Es muy preocupante ver la cantidad de accidentes de tránsito que ocurren cada semana, lo peor es el número de personas que pierden la vida en estos percances, dejando a familias completas con un enorme vacío.

Solo en la primera mitad de este año, 107 motociclistas murieron a causa del exceso de velocidad. Según estadísticas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, al 30 de junio se contabilizaron 240 víctimas mortales por este tipo de percances.

Sin lugar a dudas los ticos y la velocidad en carretera no son una buena combinación y mucho menos cuando estos andan en motocicleta, pues lo que muchos no miden es que no hay carrocería que los proteja, así que casi siempre las colisiones son mortales.

Parece que quienes conducen estos vehículos no se dan cuenta que no son inmortales y deben protegerse. El casco no es un adorno para que lo anden colgado del brazo y si no lo usan porque se despeinan, piensen qué es mejor, ¿andar un poco despeinado o morir porque se le explotó la cabeza contra el pavimento?

Otro artículo que deben usar y muchos piensan que es innecesario son los dispositivos reflectantes, pues no los hace verse más guapos en el caso de los hombres ni más sexis en el de las mujeres, pero sí pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte porque esta es la única manera de que los otros conductores los visualicen.

La falta de educación en carretera nos está costando muchas vidas, a veces pareciera que más de la cuenta, porque estos accidentes no solo involucran a quienes viajan en algún medio de transporte, sino también a quienes se movilizan a pie.

Los conductores deben hacer conciencia y entender que cuando atropellan a alguien es su deber quedarse en el lugar porque arrollaron a una persona, no una cosa. No hay nada peor para la familia de una víctima de accidente de tránsito que saber que al culpable no le importó dejar al herido a su suerte.

Además si la persona queda con vida lo mejor que pueden hacer por cortesía es preguntar por su estado de salud, porque es un ser humano que merece ser tratado con dignidad.

Muchos pueden alegar que la tragedia fue fruto de un descuido, una falla mecánica o consumo de alcohol, pero sin importar qué media en cada accidente, debemos tomar en cuenta que se están perdiendo muchas vidas por situaciones que sin lugar a dudas pueden evitarse.

Lo peor de todo es que en la mayoría de esos percances donde alguien fallece está de por medio el consumo de licor. A pesar de que los oficiales de tránsito tratan de estar atentos, algunos siempre terminan esquivando los operativos.

En el país de cada 7 alcoholemias que se aplican 1 da positivo, cifra bastante alta, según los reportes de la Policía de Tránsito. Asimismo, preocupa suponer cuántos más han conducido ebrios y no los han capturado.

Por lo general quienes han ingerido alcohol no siempre son los que llevan la peor parte, sino familias que venían de compartir sanamente o de hombres y mujeres que van o regresan del trabajo.

Quienes se van de fiesta casi siempre salen ilesos y además cuando las autoridades llegan a aplicarles la alcoholemia reaccionan violentos porque saben que por tomar más de lo permitido no les quitarán el vehículo, sino que terminarían en la cárcel.

Otro de los problemas que observamos quienes andamos en carretera son propiciados por las autoridades. Hay calles que no están bien señalizadas y en algunas partes faltan barandas, lo cual genera inseguridad.

Por eso si va a algún lugar donde sabe que tomará, mejor no lleve su vehículo, nada cuesta pagar un taxi y de esta manera cuidar su vida y la de los demás.

Muchas veces por querer llegar rápido al destino no se toma en cuenta que se está arriesgando la vida. Es preferible una tardía que uno o varios decesos.

Los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte entre los costarricenses, es deber de cada uno de nosotros no pasar a formar parte de las estadísticas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 23 Octubre, 2017

HORA: 12:00 AM