En esta ocasión vamos a conversar sobre otra de las enfermedades que en dermatología tiene alta frecuencia de consulta y sobre todo en la actualidad, debido a los altos niveles de presión y estrés, además de ritmos acelerados en nuestros trabajos y actividades de la vida cotidiana. Se trata de la dermatitis seborreica; una enfermedad inflamatoria, que torna a la piel roja y con escamas y se da en la capa superficial de la piel, pero se caracteriza por ser crónica y recurrente.
También es conocida como un eczema (conjunto de afecciones caracterizadas por presentar lesiones inflamatorias diversas) que se manifiesta típicamente en regiones de la piel con gran producción de grasa y a zonas con grandes pliegues corporales.
Se observa en ambos sexos, pero predomina en hombres entre los 40 y 60 años y se caracteriza por ser crónica y recurrente. También se observa en los niños lactantes, entre el primero y tercer mes de vida, pero en este grupo es autolimitada.
¿Cómo se desarrolla la enfermedad?
Todos poseemos en nuestra piel una levadura (hongo) que forma parte de nuestra flora normal, se conoce con el nombre de Malassezia furfur. En diversas circunstancias, como en casos de stress y otras causas que mencionaré más adelante, se comporta como un patógeno oportunista. Además, en la capa lipídica (capa grasa) de la piel de las personas afectadas hay aumento de triglicéridos y colesterol, y esta levadura tiene la enzima lipasa que transforma estos triglicéridos en ácidos grasos que son irritantes e inducen a la descamación, ardor y prurito (picazón).
Cuadro clínico
Se observan parches bien delimitados o placas delgadas que varían desde el color rosa amarillento al marrón rojizo, con escamas grasientas en forma de copos. Puede existir la formación de vesículas y costras. Existe una gran predilección por zonas ricas en glándulas sebáceas (productoras de grasa), acá les detallo las zonas de localización más frecuente de la dermatitis seborreica:
• Cuero cabelludo
• Cejas
• Párpados
• Pliegues nasolabiales
• Labios
• Orejas
• Zona esternal
• Axilas
• Pliegues submamarios
• Ombligo
• Ingles
• Pliegue interglúteo
• Interescapular
Esta enfermedad además se caracteriza por tener períodos de exacerbación (aumenta y crece) y remisión (disminuye) espontáneos, los cuales son impredecibles y en algunas ocasiones pueden ir desde cuadros clínicos leves hasta episodios sumamente severos donde el ardor, el enrojecimiento, el prurito y la descamación se tornan casi incontrolables y por ende se requieren múltiples terapias para lograr controlar la enfermedad.
Cuando ubicamos esta enfermedad en zonas donde hay folículos pilosos (pelo), es frecuente que el paciente presente caída importante en forma difusa o en parches localizados, de su pelo.
Por otra parte, tenemos diferentes formas en las que podemos encontrar localizada la dermatitis seborreica en nuestro cuerpo:
• Dermatitis seborreica del lactante
• Dermatitis seborreica del cuero cabelludo
• Dermatitis seborreica de la barba y bigote
• Blefaritis marginal (confinada a párpados)
• Dermatitis seborreica intertriginosa (en pliegues)
• Dermatitis seborreica del tronco (pecho y espalda)
Tratamiento
• En el rostro se recomienda el uso de jabones dermolimpiadores dos veces al día.
• En cuero cabelludo se recomienda champú con derivados azólicos como el ketoconazol, así como champú con pitirionato de zinc.
• Se recomienda uso de cremas emolientes.
• Cremas tópicas con efecto modulador del sistema inmune.
• En casos severos se recomienda el uso de antimicóticos de manera oral.
NOTA IMPORTANTE
- No se recomienda el uso de cremas con corticoesteroides como la hidrocortisona debido a que si bien es cierto se va a encontrar una mejoría a muy corto plazo el efecto rebote es peor, además con complicaciones como manchas, adelgazamiento de la piel y formación de vasos capilares.
