Miércoles 17, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Vida

El vello femenino

Dr.Mauro Fernández Sexólogo

El vello sexual es el que aparece con la pubertad. En la mujer, su máxima expresión se circunscribe prácticamente a tres zonas: el área púbica, la zona anal y la región axilar. En el resto del cuerpo, aunque se hace evidente, mantiene un perfil bajo.

Tradicionalmente, se consideró que este vello era una característica sin importancia, con un carácter cosmetológico. Hoy sabemos que, por el contrario, tiene una enorme importancia médica, pues con frecuencia nos habla de la estabilidad hormonal de la mujer y muchas veces nos permite inferir determinadas enfermedades, sobre todo de origen glandular.

Debemos recordar que en estas tres zonas es normal que el vello sea grueso, negro o fuertemente pigmentado, abundante y hasta ensortijado. El resto del cuerpo femenino está dotado de un vello lacio, fino, poco pigmentado y que pasa desapercibido. Aun en zonas como las piernas, la espalda, los senos, el abdomen y la cara, el vello apenas se nota, y se complementa de modo armonioso con el resto de los rasgos femeninos.

Por otra parte, cuando la mujer enfrenta ciertos problemas hormonales, el vello sexual experimenta una serie de modificaciones que, en menor o mayor grado, pueden presentarse a lo largo de todo el organismo.

En estos casos, en la cara, el pelo de la patilla se prolonga como si fuera una barba incipiente, como un halo oscuro que recorre el ángulo mandibular. De igual forma, el vello localizado debajo de la nariz y arriba del labio superior se vuelve más notorio y, en algunos casos, se hace evidente en el rostro simulando, de manera atenuada, el clásico bigote masculino.

También, la presencia en las piernas de un vello grueso, negro, fuerte y ensortijado, característico del varón, que al rasurarlo hasta punza “como si fueran espinas” y muestra los folículos pilosos con aspecto de “piel de gallina”, suele ser otra señal de un problema hormonal.

En algunos casos, el vello anómalo está en zonas más íntimas, como por ejemplo los senos. La presencia de esos vellos gruesos y aislados alrededor de la areola, y en casos más severos en el centro del tórax, entre ambos pechos, nos indican una alteración mayor.

Otra zona donde se manifiestan estas alteraciones hormonales es la del vello púbico. Recordemos que, en la mujer, este tiene una distribución triangular. Sin embargo, ante ciertas enfermedades se prolonga hacia el ombligo adquiriendo una forma romboidal. Así, la presencia de vello debajo del ombligo, con un recorrido lineal hacia el pubis, debe ser motivo de estudio.

Los quistes en los ovarios suelen ser la principal causa de estos vellos tan masculinos en la mujer. Además, con frecuencia producen alteraciones menstruales, como reglas dolorosas, abundantes e irregulares, cuadros de acné, así como aumentos de peso muy difíciles de revertir incluso en mujeres disciplinadas que hacen la dieta y el ejercicio adecuados.

Afortunadamente, hoy contamos con los estudios necesarios para determinar el problema hormonal de fondo e instaurar diversos tratamientos que suelen revertir buena parte de estas manifestaciones. Desde luego, el efecto es mucho mayor si se consulta cuanto antes.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

CRÉDITOS: [email protected]

EMAIL: [email protected]

Martes 17 Octubre, 2017

HORA: 01:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA