¡Basta ya de juntas directivas y de salarios descomunales para gerentes inútiles o mañosos!
Ana Madrigal
Diez bancos prestaron $50 millones al empresario Juan Carlos Bolaños y, prácticamente con las mismas garantías, que resultaron ser ridículamente insuficientes y deficitarias, sin que haya todavía un solo responsable de eso.
Hasta ahora solo Paola Mora se vio obligada a renunciar de la Presidencia de la junta directiva del BCR, aunque se aferró absurda y descaradamente al cargo de directora, en medio del vendaval. También está en capilla ardiente el gerente Barrenechea, a quien se separó de su cargo mientras se le investiga, pero se le mantiene el salario de ¢15 millones, suficiente plata para no aburrirse en el ínterin.
¿Y el resto de la cadena de funcionarios que participaron en esta fullería?
¿Qué va a pasar con los directivos, subgerentes, directores, mandos medios, comité de crédito, secretarias de junta directiva y tramposos que falsificaron actas; todos angelitos que participaron en el cuestionado proceso? ¿Cuántas cabezas deben rodar en el BCR y los otros bancos?
¿Cuántas cabezas rodarán en la Sugef a cargo de Javier Cascante? Y en Conassif, ¿qué dice su presidente Luis Carlos Delgado? Estos jerarcas confiesan, sin sonrojo, que ellos se enteran por la prensa de los pormenores del descalabro. Y, aunque ganan salarios de muchos millones de colones, no atajan nada, aunque les pase al frente de sus narices.
También deberían rodar cabezas en casa presidencial (con minúscula), particularmente la cabeza de la que provino la “nauseabunda orden” de rebajarle dos puntos porcentuales a las tasas de interés al crédito del Señor de los Cielos, JCB.
Esta vergonzosa injerencia de casa presidencial formó parte de la frenética carrera que se pegaron muchos, desde distintas instancias, para complacer a cabalidad todos los gustos del Señor de los Cielos, aprobando en tiempo récord un crédito millonario en dólares, sin respaldo, plagado de irregularidades y ajustado a “la medida”… un crédito que Bolaños nunca pensó honrar, según consta en la grabación.
Un primer paso en la dirección correcta sería eliminar YA las juntas directivas de los bancos, que se han convertido en verdaderos carteles, y poner un tope máximo de ¢7 millones para los salarios de los gerentes y subgerentes bancarios y para los inútiles superintendentes. Si no les alcanza el salario, que no apliquen para el cargo.
¿Prevalecerá como siempre la impunidad? ¿Nos quedaremos los costarricenses por milésima vez con los brazos cruzados viendo el circo pasar?
¿Ustedes qué opinan?
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 25 Septiembre, 2017
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Ana Madrigal
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