Viernes 29, Marzo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Deportes

Al borde del ring

Louis noquea a Schmeling en el primer asalto (II parte)

Amedida que la multitud de 75 mil aficionados gritaba, Louis tiraba su gancho de izquierda al mentón del alemán y luego lo castigó con una lluvia de izquierdas y derechas al cuerpo del indefenso retador, enviándole a la lona antes que hubieran transcurrido 30 segundos del combate. Tres veces más tiró Louis a Schmeling con un violento ataque al cuerpo. Schmeling se tambaleó dos veces. A la tercera vez una toalla cayó en el ring y el árbitro Arthur Donovan detuvo al combate a las 2:04 minutos del primer round. Antes de la caída final los alemanes apiñados alrededor de sus receptores de onda corta, a las 3 de la madrugada, comenzaron a apagarlos para observar con miradas sombrías sus latas de cerveza medio vacías. Y en los guetos negros a través de los Estados Unidos se celebraban fiestas para homenajear al hombre que le había dado honor a su pueblo y a los Estados Unidos de América.

 

JOE LOUIS SÍ FUE EL MÁS GRANDE

 

Acosado por las deudas con el fisco estadounidense, en setiembre de 1950 intentó recuperar su título contra Ezzard Charles. Perdió por puntos. Incapaz de aceptar que su tiempo había pasado, volvió a intentarlo un año más tarde ante Rocky Marciano. Louis se mantuvo en pie durante ocho asaltos antes de ser derrotado por nocaut técnico. Marciano, nueva estrella del cuadrilátero, lloró tras ganar en el Madison Square Garden al que había sido su ídolo de juventud. Para Louis fue el final de su carrera deportiva, para el boxeo el final de una época. En marzo de 1971 Louis fue al Madison Square Garden para ver a Joe Frazier derrotar a Muhammad Ali por el campeonato pesado en 15 rounds. La inmensa multitud en la arena se levantó para tributarle una larga ovación. Ninguno de los que subieron al ring, ni siquiera Frazier o Ali, inspiraron una simpatía similar, a pesar de que hacía 20 años que Louis no se ponía un guante. Allí estaba Louis, vistiendo un traje oscuro, seguro de sí mismo, vistoso, hasta próspero, en rico contraste a la atormentada figura que representaba en privado, cuando aparecía psiquiátricamente enfermo y abrumado por su indulgencia en nocivos estimulantes. Por largo tiempo se había acostumbrado a las expresiones de cariño por parte de los aficionados y siempre había reaccionado con dignidad apropiada, aparentemente inconmovible, internamente conmovido. Y en el año 57 de su época, de algún modo retenida, contra todas las desigualdades, mantiene la misma cualidad de atraer a la gente. Es un hombre de historia, que transcendió su tiempo, elevándose más allá de los límites del mundo de los deportes en el cual se hizo famoso primero. Algún tiempo después Louis fue invitado a presentar un Emmy en la ceremonia de los premios anuales de la Academia Nacional de Artes y Ciencias en el Hollywood Palladium. Cumpliendo con los requisitos de etiqueta de esa noche, Joe Louis vistió una chaqueta apropiada para la ocasión. Su rostro, recién afeitado, resplandecía bajo las brillantes luces que le enfocaban los técnicos de la televisión, Louis no dijo nada. 

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

CRÉDITOS: Orlando Hernández

EMAIL: [email protected]

Sábado 23 Septiembre, 2017

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA