Soy una mujer de 32 años y tengo cinco años de casada. Hace un año me operé para ponerme unos implantes mamarios. El doctor me ofreció de varios tipos y me explicó muchos detalles. Yo escogí los de silicona, pero me queda la duda de si me equivoqué, porque he leído en internet que se pueden reventar si uno viaja en avión. Ahora voy a ir con mi esposo a Argentina y me da miedo que me pase algo.
Las cirugías cosméticas se han vuelto cada vez más populares y, en particular, las cirugías de los senos se han convertido en una de las prácticas quirúrgicas más frecuentes. Es importante destacarlo porque, antes, los implantes mamarios solo se veían en personas del jet set, artistas, millonarios o famosos, lo cual dio pie a que circularan múltiples mitos como producto del desconocimiento. Hoy, por el contrario, las prótesis mamarias son parte de la realidad de muchas mujeres, sobre todo en países como el nuestro, y lamentablemente persisten muchos de aquellos mitos de antaño. Por eso debemos señalar que la silicona, al igual que las otras sustancias utilizadas en la fabricación de las prótesis, están especialmente diseñadas para ocupar el espacio mamario. Además, sus características químicas y físicas no se modifican en las alturas, aun cuando esto implique vuelos en aviones comerciales. Quizás la prueba más fehaciente para confirmarlo sea recordar que, en diversas líneas aéreas, viajan a diario por el mundo miles de mujeres que se han operado, y no tienen ningún problema. Asimismo, muchas aeromozas y personal aéreo también se han realizado esta cirugía y pueden desempeñar esta labor.
