En Costa Rica no sobran mujeres
Editorial
Cada vez que nos damos cuenta de la muerte de una mujer a manos de su pareja sentimental nos llenamos de rabia, incertidumbre e impotencia, pues en Costa Rica no sobra ninguna fémina, ni nadie tiene derecho alguno para asesinarlas.
Son alarmantes los casos que se están presentando en el país, porque cada vez los crímenes son más sangrientos, violentos y, lo peor de todo, muchos se realizan ante la presencia de menores de edad, que posiblemente tras esta clase de violencia de la que son testigos van a quedar con traumas que arrastrarán durante toda la vida.
En primer lugar, está el caso de la niñita que hace unos meses vio cómo su padre le disparó a su mamá en la sien, el agresor intentó hacer pasar el crimen como un suicidio, sin embargo luego de recuperarse un poco de tan trágica experiencia, la propia niña fue capaz de atestiguar en contra de quien le dio la vida.
Ahora, nos golpea el caso de la jovencita de Alajuela, que no solo se quedó sin madre, asesinada por su padrastro, sino que también fue golpeada y encerrada en cuarto por el victimario, quien así pudo saciar su sed de sangre matando a su pareja sin que nadie se interpusiera o pudiera ayudarla a sobrevivir.
Estos hombres que presuntamente mataron a sus esposas, novias, o parejas ni siquiera consideran el daño que hacen, no solamente a sus víctimas, sino a sus propias familias, pues mientras una madre llora la muerte de su hija, otra se lamenta por un hijo que se convirtió en un asesino que deberá ir a la cárcel, o que, al igual que muchos, tomó la decisión de quitarse la vida.
Es alarmante saber que a junio del 2017 se llevaban contabilizados 16 femicidios, a eso hay que sumarle los ocurridos en los últimos meses y los que posiblemente falten de acá a que termine el año. Como país estas cifras deberían hacer que pongamos la barbas en remojo para no permitir una sola muerte más.
Lo más triste de este tema es que muchos de los femicidios se dan en las provincias más alejadas, donde posiblemente tengan más necesidades, haya menor posibilidad de educación y de contar con ayuda, pero sobre todo son lugares donde poco a poco estos crímenes son vistos como cosas normales.
Parece mentira, pero en muchos lugares de nuestro país la gente ve bien que los hombres les peguen a las mujeres como una manera de enseñarles a respetar, que se atribuya el derecho a tomar su cuerpo como si de una cosa se tratara porque los caballeros deben saciar sus necesidades o sus ganas, hasta el hecho de que las maten porque entraron en un ataque de celos.
Como sociedad no podemos seguir justificando este actuar, mujeres y hombres debemos hacernos respetar, porque hasta donde sabemos ni a usted, ni yo, ni a nadie se le ha dado el derecho para matar a nadie por más celos que tenga.
A pesar de que las mujeres se han ido empoderando y tomando las riendas de su vida, lastimosamente hay unas que aún piensan que sus maridos, novios o parejas son prácticamente sus amos.
Como familiares de personas potencialmente violentas debemos tratar de buscar ayuda para evitarnos días llenos de luto. Como madres no podemos tapar el sol con un dedo y decir que nuestros hijos son santos, así que si usted sabe que su retoño tiene problemas con el manejo de la ira y los celos, lo mejor es que usted se lo haga saber a su pareja para que ella no se deje y en caso de que tenga que dejarlo lo haga.
Recordemos que las mujeres no son objetos, ni cosas que le pertenecen a un hombre, ellas son seres humanos que tienen el derecho a realizarse como profesionales, madres y mujeres, así que nadie tiene derecho a limitarlas, celarlas, maltratarlas y mucho menos matarlas.
