Embotelladora de agua para el cantón de Naranjo: Algunas reflexiones para el pueblo
Dr. José Rodrigo Rojas M.*
Hace aproximadamente un mes se publicó en redes sociales un proyecto, liderado por la Municipalidad de Naranjo, cuyo propósito es construir una embotelladora de agua. La noticia ha suscitado ahitamiento y diferentes reacciones sobre los objetivos y expectativas de la iniciativa. Por los comentarios y expresiones durante las sesiones de trabajo, se han evidenciado adeptos y opositores. Los representantes de la municipalidad defienden la tesis de que el proyecto aprovechará un remanente de agua que actualmente no se usa, ya que hay ciertas tomas de agua donde el flujo natural excede la capacidad de captación de las cañerías y por lo tanto se busca valorizar el desperdicio. En vez de la embotelladora, otros defienden un canon (un pago) por el uso de agua como mecanismo para generar recursos y financiar proyectos de reforestación y conservación en núcleos de recarga del preciado líquido. El tercer grupo, claramente en contra, argumenta que el gobierno local no ha expuesto con claridad los elementos técnicos, económicos, financieros, ni sociales que sustentan la hipótesis de que la embotelladora es un proyecto viable.
Considerando el variopinto de opiniones y con el objetivo de generar criterio y opinión entre los vecinos del cantón de Naranjo, se exponen algunas reflexiones. 1. Sin un presupuesto conocido, solo hay especulaciones sobre las inversiones millonarias que se requieren para esta embotelladora. 2. Se habla de apalancar fondos, mediante una alianza con el Inder, para darle contenido presupuestario al proyecto. Será un presupuesto compartido del orden de decenas de millones de colones, que tendría que aportar la corporación municipal en espera de que el Inder haga lo mismo. 3. Los representantes de la municipalidad han expresado la idea de que no se usará plástico, como alternativa proponen sistemas de embotellamiento tipo tetrabrik. Aunque es prematuro hablar de estos aspectos técnicos tan específicos, cualquiera que sea la decisión, necesitará un robusto acompañamiento ambiental. 4. El cantón aún no cuenta con un Plan Regulador, esto define una serie de decisiones sobre el desarrollo de infraestructura en Naranjo. Será trascendental contar con este elemento de planificación como herramienta que previamente asegurará y condicionará futuras obras. 5. Hay incertidumbre sobre el comportamiento que tienen los flujos de agua desde los sectores de recarga hasta las tomas, por lo tanto, urge un estudio hidro-geológico que genere un modelo con las direcciones, velocidades, magnitudes y tiempos de residencia del agua desde los lugares de producción hasta las tomas.
En el ejercicio de la democracia, que la Municipalidad de Naranjo ha promovido, existe una serie de engranajes que deben considerarse antes de tomar cualquier decisión e insisto en que el pueblo debe conocerlos. A. Es obligatorio tener claridad de los objetivos que la corporación persigue con este emprendimiento. B. Es ineludible contar con un estudio de factibilidad (técnica, económica, financiera, riesgo y ambiental) para los tomadores de decisión. C. Se debe construir la aceptación social. El proyecto debe ser presentado, consensuado, validado y aprobado por los naranjeños (fuerzas vivas y organizaciones base). D. Como requisito imperativo, deberá demostrarse que este proyecto no compite ni riñe con el desarrollo sostenible al que aspiramos los vecinos de este cantón. E. Será necesario demostrar que el suministro del agua, de los que aún no han nacido, no se verá comprometido. F. Es esencial desarrollar un esquema de beneficios compartidos para que los distritos donde se toma el agua reciban incentivos directos. F. Antes de propuestas para monetizar el agua, deben plantearse estrategias de sostenibilidad, de educación ambiental (reciclaje, desechos sólidos) y de conservación a largo plazo de quebradas, ríos y tomas de agua.
Finalmente, este tipo de proyectos no deben polarizar al pueblo con ganadores o perdedores, deben respetarse las opiniones y debe prevalecer el sentido por el bien común y la correcta gestión integral del recurso hídrico. Un proyecto de esta magnitud es complejo y demanda decisiones importantes, por lo tanto, las repercusiones (positivas o negativas) deben estar bien mapeadas, porque pueden incidir en actividades similares de otras corporaciones municipales. Los naranjeños hemos sido bendecidos con un cantón que tiene un gran reservorio de agua y depende de nosotros tomar las mejores decisiones sobre la administración de este recurso. Por lo tanto, este o cualquier proyecto cantonal demandará tolerancia a las opiniones divergentes, visión de progreso colectivo, enfoque estratégico, constante participación social y una hoja de ruta para reducir las distancias entre la técnica y el conocimiento de campo. El éxito de esta o de cualquier iniciativa requiere la intervención de todo el pueblo de Naranjo.
*Naranjeño, investigador
