CONSULTA: Buenos días, estimado Profesor Corazón. Espero que se encuentre bien y que siga siendo bendecido. Le escribo para saludarlo y ponerlo al tanto de mi situación tan particular, pero no por eso única.
Soy un muchacho de 27 años, me siento feliz y dichoso con la vida que he llevado, además por las bendiciones que Dios me ha dado, especialmente mis papás, pero siento que me hace falta encontrar una persona con quien compartir una relación de noviazgo.
Llevo más de dos años sin tener pareja, desde que terminé con mi ex, bueno, ella fue la que me terminó, y siento que me hace demasiada falta encontrar una muchacha con la cual experimentar la belleza del amor de pareja, el cariño, la comunicación, la comprensión y el respeto mutuo.
Me resulta irónico saber que tengo una muy buena relación con una joven de 28 años, a la cual quiero mucho y he llegado a amar, pero la amo en silencio porque sé que es un amor no correspondido, ya que ella tiene una relación con otra persona, y si me pongo a compararme estoy en una posición desventajosa con su pareja.
Profesor a mí no me gusta compararme con nadie, pero esta vez no puedo evitarlo, y cuando lo hago me doy cuenta que salgo perdiendo porque si yo pretendiera algo con ella no tengo nada qué ofrecerle, ya que todavía vivo con mis papás y mi salario no es malo, pero tampoco es que sea millonario.
En cambio el novio de ella es un hombre que le lleva diez años, tiene un buen salario porque lleva años trabajando en el gobierno, además está divorciado y tiene dos hijos con la ex.
Yo creo que ese tipo solo juega con ella y no le dedica el tiempo que merece, pero ella a pesar de todo lo quiere y él por su experiencia y su labia tiene el poder para tenerla comiendo de su mano.
A veces uno tiene arranques de valentía y le dan ganas de intentarlo, pero inmediatamente pongo los pies sobre la tierra y es obvio que entre él y yo, ella lo preferirá a él, ya que soy más inexperto y mucho menos maduro que, tampoco tengo un buen salario ni mucho menos un chuzo de carro.
Soy realista y lamentablemente llevo las de perder si tomamos en cuenta el aspecto material-económico y la parte de experiencia que con las mujeres, ya que para muchas eso cuenta.
Quizá si tomamos en cuenta el aspecto espiritual sería diferente, pero la realidad por desgracia para mí es otra, ya que sé que aunque somos buenos amigos y yo la amo, ella a mí no me ama, y los motivos por los cuales prefiere a su novio solo ella los sabrá.
Por eso, aunque me parte el alma saber que amo a esa muchacha, pero a la vez sé que no tengo esperanzas de ser correspondido, acudo a usted para que me publique esta carta, con la ilusión de encontrar una chica con la cual compartir lo que tanto deseo y llenar ese vacío de una persona amada en mi vida.
Bueno, mi edad ya la dije, pero me describo como un muchacho alto, delgado, trigueño, atractivo, cristiano, trabajador, inteligente, simpático, comprensivo, de buenos sentimientos, cariñoso y respetuoso con las mujeres.
Soy una persona sencilla, me gusta compartir con mi familia y amigos, congregarme en la iglesia a la que asisto, salir a comer, ir al cine, escuchar música, ver películas, coleccionar estampillas, hacer ejercicio (me gusta andar en bici y levantar pesas).
No me considero un santo, pero no tengo vicios, o sea no fumo ni tomo, por eso no me interesa conocer mujeres alocadas, de esas que son fiesteras, interesadas o mal habladas, de esas que de cada diez palabras que dicen, once son vulgaridades.
Creo que todos tenemos derecho a encontrar alguien a quien amar y que nos ame por lo que somos, no por lo que tenemos. Yo sé que la amistad es importante pero el amor es una experiencia única que nos hace sentirnos realizados y satisfechos como personas, esto es algo que la vida me ha negado desde hace dos años, pero tengo la seguridad de que las cosas cambiarán para mí en el nombre de Dios.
Por cierto, la chica que busco me gustaría que tuviera entre 25 y 30 años, que esté soltera, sin compromisos y viva en la zona de Tres Ríos. Gracias por su atención, Profesor. Atentamente, Jorge Arturo M.
RESPUESTA: Querido Jorge Arturo, me agrada que te sientas satisfecho con todo lo que has logrado en la vida y agradecido con el Creador por bendecirte con unos buenos padres, definitivamente ellos tienen el mérito de haber hecho de ti un hombre de bien.
Nunca olvides lo valioso que eres, por eso si no te has establecido a nivel sentimental con una chica tranquilízate, ya llegará el momento oportuno, pero de momento lo mejor que puedes hacer es alejarte de esa joven a quien dices amar si está comprometida con otro hombre.
Bien haces al reconocer que ella actualmente está viviendo su vida a su manera, entonces déjala ir, sé que resulta difícil y doloroso pero es señal de que sabes amar de verdad.
El hecho que sientas amor por ella no es un infortunio, solo una buena oportunidad del destino para encontrar a quien dárselo, ya deja de nadar contra la corriente y trata de ser feliz.
Por último, mi joven amigo, te recuerdo que en tu carta olvidaste indicar teléfono donde puedan contactarte, y no publico tu correo electrónico porque tampoco me autorizaste para ello, por lo tanto aconsejo que te escriban a la Redacción de DIARIO EXTRA. Recibe un fuerte abrazo de tu amigo a la distancia, Profesor Corazón.
