Un supervisor de seguridad y cuatro privadas de libertad están siendo investigadas por las autoridades de Adaptación Social como sospechosos de orquestar un atentado contra una reclusa del mismo ámbito.
El tráfico de drogas a lo interno de la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados, es una constante a pesar de la prohibición de la venta, distribución y consumo; precisamente, por dicha razón las líderes (jachudas) mantienen el control y cuando alguna se rebela, el castigo no se hace esperar.
Una disputa por el poder en el ámbito F de Máxima Seguridad llevó a que tres privadas de libertad, de apellidos Segura (tía y sobrina), así como una tercera apellidada Pastrana, fueran contratadas por una de las cabecillas para que lanzaran un pichel con agua hirviendo a otra que al parecer pretende coger una plaza de droga.
Fuentes confidenciales aseguraron a DIARIO EXTRA que la reclusa identificada como de apellido Robinson regresó a su celda tras una salida médica, allí fue emboscada y sus rivales le dijeron que eran enviadas por su jefa y le rociaron el líquido en el rostro, cuello, tórax y brazos del que la víctima intentó protegerse con un suéter que portaba.
Según las autoridades, las lesiones eran quemaduras de primer y segundo grado, por lo que fue necesario su traslado hasta el Hospital San Juan de Dios, donde se le dio atención. Ahora permanece en su celda donde no puede llevar ropa para facilitar las curaciones y recuperación.
ACTOS ILÍCITOS
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, confirmó la agresión y dijo que están investigando lo sucedido, luego de que la afectada denunciara.
“Es por un conflicto de rivalidad por drogas, la víctima presentó la denuncia a lo interno y en la Fiscalía de Desamparados y ella menciona a un supervisor de seguridad que al parecer tiene una deuda, luego de que introdujera un celular.
El hecho es grave, la privada está estable, se hizo una reubicación de las involucradas quienes cumplen condenadas, a pesar de que es complejo debido a que sólo una cárcel de mujeres hay y todas andan por todo lado”, detalló.
Bertozzi agregó que el agua fue hervida en un microondas ubicado en el ámbito de convivencia colectiva donde se dio la agresión.
Trascendió que en el módulo hay traficantes de Limón y de la Zona Sur del país, uno de sus líderes permanece preso en Máxima Seguridad de La Reforma.
