Desde los 6 años, Silver ingresó al Patronato Nacional de la Infancia (PANI), luego de abandonar su casa en Limón, donde nunca volvió; hoy ya tiene 20 años. Hace varios meses ingresó a la cárcel de Adulto Joven en San Rafael de Alajuela, donde le cuesta reconocer que cualquier desconocido podría ayudarle con sus necesidades básicas.
Viste un par de sandalias y se las quita solo para enseñar que tienen la suela despegada, asegura que nunca ha tenido zapatos, mucho menos un par de tenis para jugar en el planché. Este limonense ha interiorizado que por ser reo no merece la ayuda de nadie.
“Es duro saber que uno depende de personas que no conoce, siempre he estado institucionalizado por el Estado, no tengo visita, pero ya me acostumbré, es normal estar solo. Aquí jugamos bola descalzos y ocupamos zapatos, porque los afortunados que tienen no los prestan, es feo estar sin nada, pero es nuestra realidad”, expresó.
Así como él, al menos 70 jóvenes privados de libertad entre 18 y 24 años andan con los pies descalzos, se la juegan con un par de sandalias que la institución o las familias de otros reclusos les dan, así como organizaciones aliadas que realizan donaciones y se les puede ver con tacos fosforescentes.
La mayoría están solos, por abandono, lejanía o por falta de recursos para el traslado, lo que complica para aportarles recursos extra, por lo que solicitan ayuda a la ciudadanía que desee equiparlos por lo menos para que practiquen deportes.
El planché del centro penal es testigo mudo de las corridas a pie, de los goles sin tacos, del calor ardiente que quema las plantas de jóvenes que cumplen su pena por un error que cometieron.
Un tubo de agua fría al ingreso del planché es el alivio para estos jóvenes.
“Nos mojamos los pies cuando ya no se puede más y con eso seguimos jugando para pasar las horas fuera de un encierro. Me cuesta pedir ayuda, pero soy la voz de mis compañeros que también pasamos necesidad, agradecemos de corazón la colaboración que nos puedan dar”, enfatizó.
Según las autoridades de Adaptación Social en dicho centro carcelario hay 151 privados de libertad, la mayoría con tallas entre 38 y 45.
Si usted requiere información para ayudar a estos jóvenes en ropa y zapatos puede contactarse a los números 2439-2610 y 2438-0743.
