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Opinión

Los mismos, lo mismo de siempre - Parte III

Bernardo Durán Orozco*

En ocasión anterior hice referencia a las maniobras que llevan a cabo los políticos tradicionales en su afán por asumir el poder. En ese sentido, deseo en esta oportunidad escudriñar en las aspiraciones presidenciales de uno de los precandidatos por el PLN, el señor Antonio Alvarez Desanti, para quien pareciera esta será su última oportunidad para tratar de guindarse del tren que lo lleve a Zapote (aunque las vueltas de la vida son tan extrañas que, quizá, si no gana esta vez, es posible que lo volvamos a ver dentro de cuatro años, pulseándola de nuevo). Y no digo esto por cuestiones de edad o salud, sino porque su última esperanza está centrada en la afiliación a su causa del expresidente de la República, Dr. Óscar Arias Sánchez (que por cierto alguien dijo por ahí que el señor Desanti se lanzó empujado por los Arias en el mes de noviembre de 2016). Cualquiera que sea la forma en que haya sido, la verdad es que don Óscar, al haberse dado por vencido para una tercera postulación, necesita a alguien dentro de su partido para continuar ejerciendo su influencia; en vista del rechazo a la candidatura de José María Figueres, a quien le pidió que se retirara al igual que él para darle chance a la juventud, y la consecuente negativa de “Chema”, y conocedor de la escasa o ninguna probabilidad que tienen los otros precandidatos del mismo partido, Rolando González y Sigifredo Aiza de salir airosos, no le quedó otra alternativa a don Óscar que la de guindarse de la corriente de Álvarez Desanti, a pesar de que no pocos dirigentes liberacionistas no le auguran un buen resultado, ni en las elecciones internas como tampoco en las presidenciales si eventualmente llegara a ganar la primera. 

El problema de esto radica en que, además de que no se reconoce en el señor Álvarez las cualidades de un verdadero líder, hay que sumar que el ambiente en las tiendas verde y blancas no está del todo a favor de don “Toño”. Muchos no olvidan que, en el año 2005, el señor Álvarez repudió y hasta abandonó el PLN por haber perdido la contienda interna precisamente contra don Óscar Arias. Se convirtió en un férreo opositor al arismo, los tildó de corruptos, y formó un nuevo partido con la intención de construir una opción, pero no le fue nada bien (los liderazgos no se heredan, dijo alguien por ahí). Habiendo advertido don “Toño” que no representaba una fuerza electoral importante, reconoció que lo mejor era volver al partido -que tanto ofendió-, con el pretexto de haber reconocido el error que había cometido. Sin embargo, para colmo de males, fue uno de los directores activos de la estrepitosa campaña electoral de Johnny Araya en el 2014, precisamente contra don Rodrigo Arias (ahora su invaluable consejero político), en la que se le achaca haber tenido participación en la desafortunada decisión de retirarse el candidato. Entre los que no olvidan los desatinos de don “Toño”, se encuentran el señor Guillermo Zúñiga Chaves, exministro de Hacienda en el segundo mandato de don Óscar Arias, y don Francisco A. Pacheco, exministro de Educación en la primera Administración del señor Arias, quienes a pesar del ruego del señor Desanti, le han negado el apoyo porque, según aducen, aún resienten los ataques que vertió en aquel momento contra los aristas. Sin embargo, como solo los ríos no se devuelven, se nos anuncia de último momento que don Francisco Pacheco cambió de parecer y le ha dado la adhesión a don Toño, pasándose por atrás los principios aristas que tanto lo hicieron renegar del señor Álvarez en su oportunidad. Otro personaje que brincó a la escena política despotricando a don Antonio es el exministro de Seguridad en el segundo mandato de Óscar Arias, señor Fernando Berrocal, quien de seguro está desafiando los designios del señor Arias, pues se mandó con unos epítetos muy desagradables en contra del señor “Toño” en un espacio radial, a la vez que se declaró seguidor de Figueres para la convención liberacionista del 2 de abril.

Pero, quien había asegurado que en el 2018 no volvería a participar en la vida política, como candidato o funcionario público, y que había tachado a don Óscar Arias de ser un político tradicional, ahora viene a presentarse como el Mesías que redimirá al PLN del desastre que todos ellos mismos han creado, presentándose “Toño” como la continuación del arismo, pretensión que don Guillermo Zúñiga cataloga como la “falacia política más cínica y vergonzosa que se pueda presentar.” Para quien afirma que “Para el liberacionista, en política estos cambios de posiciones son naturales”, no se le puede augurar un panorama alentador al menos en el futuro inmediato, pues con esa expresión no solo hace cómplices de su posición acomodadiza a todos los liberacionistas, sino que pareciera importarle poco o nada, que cambios radicales en sus creencias o principios, no sean vistos por el electorado como él los justifica, sino que sean vistos como un simple acomodamiento en donde mejor le caliente el sol.

 

*Licenciado en Contaduría Pública

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Viernes 24 Marzo, 2017

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