Los agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) pasan sus días en busca de las caletas que fabrican los capos para esconder sus millonarias cargas de cocaína que trafican de nuestro país a los Estados Unidos.
Contratan experimentados mecánicos por $5 mil (solo mano de obra) para instalar equipos hidráulicos que levanten el piso de un carro o una pared del furgón, donde ocultan los paquetes de droga. Se sabe de varios talleres aliados al narco en la Zona Sur.
Fuentes confidenciales aseguraron a DIARIO EXTRA que una modificación de este tipo puede tardar hasta dos semanas, dependiendo el lugar y el tipo de auto que servirá para el acarreo de la ilegal mercancía, que el primer envoltorio está sujetado a una linga (cable de acero) para jalar y el resto se libere.
Se mantiene en el misterio la identidad de las personas que diseñan y construyen estas hazañas de la ingeniería, sin embargo la PCD trabaja en descubrir quiénes son.
Los narcotraficantes han experimentado un sinfín de alternativas para el trasiego de toneladas de cocaína que viajan del sur al norte del continente o bien Europa, donde las ganancias son exorbitantes.
SE ENCIENDE ALERTA
En 1997 la PCD realizó en la Zona Sur lo que consideran el primer decomiso de droga que venía en un doble piso operado con equipo hidráulico. En aquel entonces era el más grande (1.300 kilos de cocaína) y novedoso que un camión de matrícula guatemalteca pretendía ingresar al país.
La construcción se disparó conforme los agentes antidrogas han descubierto otros mecanismos que sirven de camuflaje como son las muflas, tanques de combustible, baterías falsas, caja de cambios, dash y llantas, entre otros.
La mayoría de estos casos se reportan en Peñas Blancas, frontera norte, donde no solo se decomisa droga sino también dinero, pues los compartimentos son más pequeños y difíciles de detectar.
En lo que llevamos del año la PCD reporta 5 casos en ese puesto fronterizo, donde han descubierto vehículos con un sofisticado sistema hidráulico que levanta un piso, bajo el cual ocultan droga o dinero.
El último golpe que asestó este cuerpo policial fue el 17 de marzo, cuando en el diferencial de un tráiler descubrió 21 kilos de cocaína que transportaba un hondureño, mientras que un día antes decomisó $242 mil en los chimbos de un tráiler.
RADIOGRAFÍA
DE CARRO
Según los agentes antidrogas, se realiza una inspección metódica del vehículo para localizar y determinar si existe droga dentro de la estructura. Por ejemplo, en un microbús se tardaría media hora.
Sin embargo para buscar los mecanismos utilizados para mover los pisos falsos con equipo hidráulico se lleva, con ayuda de perros expertos en detección de drogas, hasta ocho horas. En uno de los descubrimientos más recientes, el botón estaba en la luz trasera del auto. Para la policía la mayoría de los detenidos son nacionales que llevan la carga en carros con placas ticas que han tenido hasta diez dueños, esto con el fin de desaparecer rastros del verdadero comprador.
Trascendió que el único vehículo donde no se ha descubierto un compartimento especial para ocultar droga ha sido la bicicleta, por lo demás cualquier otro es una opción para el narco.
