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Opinión

Nuestra huella hídrica

Hoy, 22 de marzo del 2017, se celebra en nuestro país y en el concierto de todas las naciones, el Día Mundial del Agua. Es entonces propicia la fecha para reflexionar acerca de la importancia que tiene el consumo del agua como elemento esencial para la existencia de toda forma de vida conocida en el planeta. 

Y lo primero que debemos tener en mente, es que somos seres húmedos por naturaleza propia en la medida en que nuestro cuerpo está compuesto por agua en un 60% pero, además, consumimos en promedio 1 millón 24 litros de agua por año, lo que es equivalente a la mitad de una piscina olímpica. 

Este enorme consumo de agua es el resultado de la sumatoria de todas las formas de consumo de agua que a diario demandamos y no solo los dos o tres litros de agua que bebemos todos los días, sino también el agua contenida en los alimentos y la que usamos en la producción de los bienes y servicios. 

Y es que, desde que nos ponemos en pie por las mañanas, iniciamos con el conteo de agua. 

No más usamos el inodoro y ya se contabilizan los primeros 25 litros de agua; luego nos tomamos una ducha de 10 refrescantes minutos y sumamos otros 100 litros de agua; para afeitarnos necesitamos en promedio unos 75 litros de agua y, para cepillarnos los dientes, cuatro litros. 

Bueno y listos para un buen vaso de jugo de naranja que requirió de 170 litros de agua para su elaboración. 

Luego una rica taza de café que demandó alrededor de 140 litros de agua hasta llevarlo hasta tu taza y dos rebanadas de pan de harina de trigo que representan 80 litros de agua. 

Sin haber salido de la casa, ya llevamos 600 litros de agua y aún nos falta mucha agua por consumir durante el día hasta completar en promedio unos 5 mil litros. 

Esta medida del consumo diario de agua por habitante es lo que el científico holandés Arjen Hoekstra acuñó en el año 2002 como huella hídrica. 

Este concepto ha venido cobrando un mayor interés conforme pasan los años, ya que la población mundial sigue creciendo en tanto el agua potable disponible para el consumo humano se mantiene en el mejor de los casos inalterable, generándose así un déficit hídrico importante que solamente se puede recuperar mediante un menor consumo de agua y es, a partir de este punto de referencia, en donde la huella hídrica juega un papel estratégico como política de Estado. 

Una política que empiece primero por erradicar de una vez por todas el erróneo concepto de que el agua es un recurso inagotable y además gratuito. 

Ya se tienen escenarios de agotamiento del recurso como por ejemplo en el Sudán, África, en donde la falta de agua está causando dolorosas migraciones de seres humanos hacia otras naciones en busca del preciado líquido y en otros casos, hasta conflictos bélicos por la posesión de las fuentes de producción de agua como en Medio Oriente. 

La gratuidad del recurso es otro término que debemos interpretar de mejor manera, como medida para contribuir a disminuir la huella hídrica nacional. 

Si bien no debemos asignarle un valor de mercado a un litro de agua como lo hacemos con los derivados del petróleo, sí puede y debe el Estado costarricense consignar un costo económico de producción, distribución y saneamiento del recurso que debemos sufragar todos los costarricenses conforme nuestros patrones de uso y consumo para poder invertir en la sostenibilidad del recurso y en tecnologías apropiadas para un consumo más eficiente de este, como por ejemplo en la agricultura, actividad que a nivel mundial utiliza el 70% de todas las extracciones de agua dulce para regadío de los cultivos o el sector industrial que consume el 22% del total de agua disponible. 

El horizonte de alternativas para la reducción del consumo de agua en nuestro país es amplio y diverso, pero solo mediante un cambio en nuestra manera de pensar y hacer hará posible que el país reduzca su huella hídrica como lo ha hecho en otros campos como en la reducción de la huella de carbono y producción de oxígeno y en la reducción de pérdida de biodiversidad a través del establecimiento de áreas de protección y conservación. 

Celebremos pues este hermoso día haciendo nuestras las palabras del exdirector general de la Unesco, señor Federico Mayor Zaragoza, quien sabiamente dice que “el agua forma parte de las grandes exigencias éticas que deben inspirar nuestro quehacer diario, y es indispensable tomar en cuenta las necesidades del futuro en nuestra conducta de hoy”.

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Miércoles 22 Marzo, 2017

HORA: 12:00 AM

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