Autoridades del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica (CFIA) alertaron que alrededor del 23,82% de los bonos de vivienda que deberían llegar a las familias de escasos recursos quedan en manos de la clase media, con lo cual se dan un desvío de fondos hacia una población que no reúne los requerimientos económicos para obtener la ayuda estatal y quita plata a los que sí la necesitan.
Dicho porcentaje duplica los resultados obtenidos en años anteriores, cuando en los casos estudiados se determinó que el hasta un 10% era de familias que recibieron bonos de vivienda sin requerirlo.
Este es uno de los resultados desprendidos de la IX Evaluación de Vivienda de Interés Social del CFIA, efectuada entre el 2015 a junio del 2016, donde se determinó que de las 231 casas de interés social analizadas, una cantidad importante que ronda los 55 casos de la muestra, superan los 70 metros cuadrados, cuando deberían ser de una medida de 42 m2.
Se han detectado casos que triplican o que casi cuadriplican las medidas, es decir, entre 120 metros cuadrados y 163 m2, con lo que el producto final es una vivienda de clase medida en cuanto a tamaño y acabos.
Es decir que hay familias de clase media que piden un bono ordinario para construir su casa y parten de una base de 42 metros cuadrados, los cuales son subsidiados con fondos del Estado, pero el producto final es mucho más grande el cual se modifica en un periodo de uno o dos años después de la entrega.
En las viviendas modificadas se detectaron sala, comedor y cocina apartes o sala aparte y cocina y comedor. La situación se da en distintas partes del país.
¿MALA SELECCIÓN?
Abel Castro, presidente del CFIA, manifestó que en evaluaciones anteriores se detectaron casos de filtraciones solo que eran en porcentajes mucho menores, pero que en esta ocasión llamó la atención que el porcentaje duplica los resultados.
“Se determinó que un 20% de la muestra fueron viviendas a las que se les otorgó el bono y un año o dos años después ya estaban constituidos en viviendas de más de 70 metros cuadrados, algunas de más de 100. Esto se puede atribuir a una mala selección o a errores de la selección de las familias beneficiarias en las entidades correspondientes.
Podríamos elaborar una hipótesis del porqué se da esto, pero la realidad es que sencillamente el sistema se vulneró y a futuro lo que se busca es mejorar filtros para que no se den este tipo de casos que no son convenientes. Son dineros públicos que están destinados para familias de escasos recursos económicos”, explicó Castro.
De la misma forma coincidió Olman Vargas, director ejecutivo del CFIA, quien, ante el elevado porcentaje, instó a las autoridades del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) como del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) a tomar cartas en el asunto, a fin de que los recursos les lleguen a las familias que realmente lo necesitan.
“Eso lo que nos dice es que son familias que no necesitaban el bono y que tenían capacidad plena para construir sus viviendas sin necesidad del bono. Pero al haberse podido brincar los controles específicos, esas familias se hacen acreedoras a un bono y de una forma se lo están quitando a una familia que sí lo estaba necesitando”, reafirmó Vargas.
Sobre el particular sostuvo que “este es un punto importante que nos parece que el gobierno, a través del Mivah y Banhvi, va a tener que ponerle atención para que lleguen a las familias que realmente no tienen las condiciones para construir su vivienda, más que son bonos completos y no parece justo que una familia que tiene condiciones de construir su vivienda se haga acreedora a un bono y se lo quite a otra que sí lo está necesitando”.
Vargas detalló que muchas de estas casas fueron construidas en el 2014 en un momento en que se daba el cambio de gobierno.
“Tal vez eso posibilitó a que se flexibilizaran los controles y se aprovecharon, por lo que es importante que se hagan los ajustes correspondientes y se hagan los controles que se requieran”, reiteró.
TIRA LA BOLA
Al respecto, Rosendo Pujol, ministro de Vivienda, aseguró que las entidades autorizadas son las que deben ser más cuidadosas en la selección de los beneficiarios, debido a que es muy poco lo que pueden hacer tanto la junta directiva del Banhvi como el Mivah en este punto.
“El nivel de control que tiene la administración superior del Banhvi y de la junta directiva en casos ordinarios es muy limitado. Creo que lo más importante para nosotros es que, en cierta manera, las entidades autorizadas sean cuidadosas a la hora de aprobar los bonos de vivienda, evaluando que las personas no tengan ingresos adicionales muy grandes.
En cierta manera, en la mayoría de los casos, lo que estamos detectando es que hay gente de clase media que se está beneficiando con bonos individuales, es decir, los bonos más caros no están incluidos en esta encuesta y definitivamente llegan a las personas más pobres de este país”, respondió Pujol.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Martes 28 Febrero, 2017
HORA: 12:00 AM
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