De Abel Pacheco a Luis Guillermo Solís
José Luis Jop Gazel
Recuerdo hace unos cuantos años, muy decepcionado de la situación de mi país, decidí como hoy escribir y, unos días antes de tomar el Poder Ejecutivo de la República, estando el país en una profunda crisis de ingobernabilidad, elaboré un artículo dirigido a don Abel Pacheco de la Espriella, el cual titulé: “Bailar con la más fea” , dado que don Abel, un reconocido y querido doctor en Psiquiatría, no sabía nada de lo que le iban a entregar y no tenía conocimiento de lo que era ser el presidente de un país lleno de corrupción, ingobernabilidad y falta de aplicación de las leyes.
Pero no podemos ni debemos olvidar que en su Gobierno se hizo mucha justicia, se llenaron las arcas del Estado y, después de tantos años de haber entregado el poder, nadie puede ni podrá juzgar su honorabilidad, honestidad, transparencia y prudencia, así que entregó el poder con el país lleno de dinero y volvió a lo suyo. ¡Bravo por eso, don Abel!
Pasaron varios Gobiernos y de pronto nos encontramos a doña Laura Chinchilla Miranda (qué embarcada la que se dio) recibiendo el poder sin saber que le estaban entregando un país casi en ruinas, mujer valiente, pero esta valiente mujer sin mucha ayuda de parte de sus ministros y colaboradores, por lo que no pudo rescatar al país de la corrupción, siguió el desastre económico, siguió el multipartidismo en la Asamblea Legislativa por lo que aumentó la ingobernabilidad, el narcotráfico, el contrabando, el crimen de bandas y cárteles y el desorden judicial, evito decir muchas cosas para no caer en actos que parecen ser rumores.
Así las cosas, el pueblo costarricense, cansado de todo este desmadre y del PLN, en segunda ronda electoral, democráticamente le entrega, con 1.300.000 votos, el Poder Ejecutivo al señor Luis Guillermo Solís, un catedrático universitario, quien tampoco (creo yo) sabía lo que le entregaban a fondo, y si lo sabía, no le dio la importancia necesaria, porque le tocaría una cruz muy pesada. Pero tomó el poder y ha estado practicando diferentes métodos durante tres años para tratar, sin mucho éxito, de solucionar todos los problemas graves que le heredaron, los cuales todo costarricense sabe ya que las noticias de estos tres años han sido alarmantes por su Gobierno populista.
Con algunos de sus ministros sin poder y falta de acciones concretas contra sindicatos poderosos en su contra, con una Asamblea inoperante, multipartidista y con miembros de su propio partido en su contra, con cero dinero en sus arcas, está a punto de tirar la toalla. Es casi imposible lograr salir adelante con los gastos del gigantesco aparato estatal costarricense, con exceso de empleados, y está demostrado que se puede disminuir casi un 50%, como se hace en la empresa privada y seguir con el 50% de los mejores. No ha logrado recoger impuestos por la maldita corrupción, el contrabando de las fronteras y un Poder Judicial negligente y aparentemente corrupto, que suelta a los delincuentes en lugar de impartir justicia. Nuestro país, gracias a las pensiones multimillonarias y los salarios de lujo, está con la economía en cero o en bajo cero. Los economistas sabrán mejor que yo dar su opinión profesional con ética y constructivamente. ¡Me parece, respetuosamente, que los ministros que han sido inoperantes deben, por ética y moral, presentarle su renuncia al Señor Presidente!
Tratemos de ayudar y no de destruir. Es hora de que todos los costarricenses dejemos de criticar y pedir, llegó el momento de cambiar de actitud, ahora nos toca dar toda la ayuda y participación ciudadana que nuestro Presidente y nuestra patria Costa Rica necesitan. ¡Ya nuestra patria tocó fondo!
Le pido a Dios que ilumine a don Luis Guillermo, a su Gabinete, al Poder Legislativo y al Poder Judicial, y en el año que le queda deje un poco de lado los viajes innecesarios, así, estando más tiempo en su oficina, dando órdenes con la ayuda de sus vicepresidentes, de su Ministro de la Presidencia, de forma conciliadora, prudente, pero enérgica, maximice su participación activa y suba su calificación del casi peor presidente de Latinoamérica y podrán entre todos lograr los objetivos y salir por la puerta grande, porque caso contrario el próximo valiente, dadas las experiencias acumuladas desde 1948, deberá ser un exitoso empresario, honesto y capaz de llevar su norte sin populismo y sin que la presión lo saque de sus planes, porque el que coja el Poder Ejecutivo en el 2018 también tendrá que “Bailar con la más horrible”.
¡Viva Costa Rica, vivan siempre el trabajo y la paz!
