Los beneficios de la meditación son notorios y reales, se reconoció por varios estudios e investigaciones médicas que reduce el estrés y fortalece el sistema inmunológico.
La escuela primaria Robert W. Coleman en Baltimore revolucionó de alguna manera el panorama de la educación estadounidense actual. Ya que en vez de optar por un castigo a los alumnos que no tienen buen comportamiento durante la clase, las autoridades decidieron implementar la meditación, la cual desde que se efectuó, hace dos años, eliminó las expulsiones.
La institución creó “La habitación para el momento consciente”, un aula decorada con alfombras de yoga muy coloridas, con el objetivo de enseñarles a los niños a practicar meditación y ejercicios de respiración, fomentando a su vez la comunicación con especialistas.
“La meditación infantil ayuda a potenciar la imaginación y la creatividad en los niños, permitiendo desarrollar su lado emocional, entrenan la concentración y focalización de la atención, incluso contribuye a mejorar la expresión escrita”, aseguró la especialista Marlene Solano.
Por eso, si tiene pequeños en casa, es el momento para acercarlos al mundo de la meditación y forjar, de manera integral con los valores, un hábito para que en el futuro sea una herramienta con el fin de enfrentar los retos de la vida.
EN 5 PASOS
Poco a poco: Lo primero que debe remover es la expectativa de que un niño de 5 o 6 años al inicio no podrá estar más de 10 minutos en meditación, así que obligarlos por mucho tiempo traerá el efecto contrario a lo que se quiere, con 3 minutos estará bien.
Integral: La meditación debe realizarse en conjunto con su hijo y la respiración es lo primero que se debe practicar, una forma es colocar su juguete favorito sobre el abdomen y pídale que inhale profundamente así le ayudará a la respiración diafragmática.
Respire: Sentados cómodamente, se debe mantener la espalda recta; si es necesario apoyarse sobre una pared, cerrar los ojos, respirar e imaginar cosas sencillas en cada inhalación y en cada exhalación. Por ejemplo, pueden imaginar que, al inhalar, introducen flores y al exhalar, mencionar estrés, tensión o ansiedad; esas son palabras que usan los adultos.
Constancia: Se debe mantener la práctica así durante un par de semanas. Ya cuando se hayan tomado la rutina, se debe ir progresando, crear la ilusión de espacios que puedan relajarlos como campos de flores, bosques o el mar.
Experiencia: Al terminar la meditación, abran sus ojos muy lentamente y compartan su experiencia. Deje que le cuente cómo se sintió, qué sensaciones tuvo, cuál fue su aprendizaje y escuche con atención. Le sorprenderá lo que puede aprender del pequeño.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Kimberly Ramírez Colaboradora
EMAIL: [email protected]
Lunes 20 Febrero, 2017
HORA: 12:00 AM
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