Cualquier información puede hacer la diferencia
Editorial
No ha pasado ni un mes desde que inició el año 2017 y ya muchas familias han sufrido la pérdida de alguno de sus seres queridos a causa de muertes violentas. Es lamentable que no hayan transcurrido ni 30 días y ya nuestro país haya estado de luto tantas veces.
El problema de los asesinatos ha llegado a resultar tan normal que la gente ya ni se asusta y la verdad ni le dan tanta importancia, porque -como dirían los abuelos- “esto es pan de todos los días”.
Un claro ejemplo de esto es el atroz crimen de los jóvenes de Liberia, muchachos de bien deseosos de tener un futuro prometedor al igual que usted y que yo.
Es igual que si fuera su hijo o su hija, persona trabajadora y estudiosa que deja la tierra que lo vio nacer para buscar una oportunidad de mejorar y de ser un gran profesional, sin embargo una o varias personas de corazón muy negro acabaron con sus vidas sin importarles lo más mínimo lo que iban a sufrir sus familias.
Las hipótesis que hay acerca del caso son muchas y la verdad, sean unas u otras, ya no los van devolver de la compañía del Señor.
Lo que sí esperamos es que las autoridades den con los culpables de que ahora 5 familias estén con el corazón hecho pedazos.
Pero lo más importante es que quienes tengan, aunque sea el más mínimo dato, lo den a conocer a las autoridades judiciales para que de esta manera logren dar con los culpables, tal vez les parezca algo muy pequeño pero puede ser la información que haga la diferencia.
Es muy doloroso ir a estos lugares y escuchar a las personas decir que ellos medio oyeron unos gritos, pero como están acostumbrados a que se den muchos casos de violencia doméstica no les prestaron la mayor importancia.
Si nos ponemos a pensar, una llamada a la policía hubiera hecho la diferencia.
Los ticos nos dejamos decir en redes sociales y en conversaciones con amigos que Costa Rica no era así en los viejos tiempos, sin embargo tenemos que ponernos a pensar que la misma culpa tenemos usted y yo de que en la actualidad se den este tipo de acontecimientos.
Tal vez ninguno de nosotros ha empuñado un puñal o disparado un arma, pero quizás muchas veces hemos actuado con indiferencia o nos hemos hecho de la vista gorda cuando nos damos cuenta que alguno de los vecinos tiene una dificultad.
En ocasiones salimos con el cuento de que “seguro se lo buscó”, o que como a uno no le afecta mejor no se mete.
Ya es hora de que todos pongamos las barbas en remojo y nos amarremos los pantalones para evitar que más personas pierdan la vida por un descuido, una imprudencia o por la desidia que, desgraciadamente, hoy en día nos caracteriza.
Debemos ser plenamente conscientes de que la única manera de acabar con estas muertes es denunciando.
No podemos seguir haciéndonos “los majes” solo porque la mano de la desgracia no ha tocado nuestras puertas, pues no sabemos lo un día estamos en el lugar y la hora equivocada nos podríamos topar con una bala de estas.
Para nadie es un secreto que por lo general no solo es una persona o una familia la afectada, ya que al haber un suceso de este tipo también sufren los allegados y familiares tanto de las víctimas como de los victimarios.
Como padres o responsables de las futuras generaciones tenemos que hacer un alto en el camino y definir si usted y yo esto es lo que queremos para los más pequeños. Creemos que como país aún estamos a tiempo de impedir desangrarnos.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 23 Enero, 2017
HORA: 12:00 AM
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