Madrid. (EFE) - El Celta de Vigo tomó ventaja en los cuartos de final de Copa del Rey gracias a un gran partido con planteamiento perfecto de Eduardo Berizzo, que dejó helado a un Real Madrid en casa, sin capacidad de reacción, que entra en un bache tras ver cortada su racha con dos derrotas consecutivas (1-2).
El Celta ejerció un marcaje al hombre, con vigilancias especiales en el centro del campo y consiguió anular la salida de balón de su rival. Jugó con velocidad y encontró espacios al contragolpe.
El orden de los visitantes se imponía, siempre cómodo en el terreno de juego y encontrando el premio a su gran partido gracias a la autopista que dejó Danilo en su banda. La aprovechó Bongonda con velocidad, su centro lo despejó mal Marcelo y un matador como Aspas no desaprovechó el regalo.
El Real Madrid apeló a la furia. Comenzó a encerrar a su rival, a lanzar centros de los costados y en un balón muerto Marcelo se quitó la espina de su error. Su zurdazo a la red invitaba a pensar en una nueva remontada pero nada más lejos de la realidad. No pasaba ni un minuto cuando un nuevo desajuste defensivo blanco fue castigado con eficacia viguesa.
Jonny robó el balón para redondear su gran partido con un tanto en el Bernabéu. Se asoció con Iago Aspas y corrió al espacio que los centrales dejaron inexplicablemente. La salida a la desesperada de Casilla no sirvió para evitar el 1-2. El bombazo era una realidad.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Jueves 19 Enero, 2017
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