Reelección y nuevos candidatos
Lic. Roy Levell Brown
Se podría considerar que la política es la ciencia de la gobernación de un Estado o nación, y también un arte de negociación para conciliar intereses. Por otro lado, el sistema político es una forma de Gobierno que engloba las instituciones políticas para gobernar una nación. El hombre es un ser social por necesidad y, como tal, el nacimiento de los seres humanos como seres políticos. Es por ello que, cuando se usa la definición más amplia de política, se suele aclarar que esta es una actividad de la que es muy difícil sustraerse, por encontrarse en casi todos los ámbitos de la vida humana.
Hace unos años, escuché a un dirigente político decir: “trabajar en política es un gran sacrificio”, tal vez hace unos años atrás esa irónica tesis posiblemente podría ser válida, ahora en la actualidad, sin temor a equivocarse, creo que estar en política es un sacrificio muy lucrativo. Un pequeño ejemplo de Cuesta de Moras, el lugar donde está ubicada la Asamblea Legislativa, por qué algunos diputados están con la idea de crear más plazas para diputados, o sea, ampliar la planilla de diputados, unos repiten tanto que ya la Asamblea parece parte de su casa, otros se van, pero dejan algún portillo familiar, todo esto a cambio de qué.
En el campo político, actualmente se está dando una situación muy interesante, se trata de la reelección presidencial, aunque este fenómeno electoral no es nada nuevo en algunos países. Cerca de nuestras fronteras, Nicaragua con su nueva dinastía familiar, que parece que será gobernar hasta el fin del mundo.
También hay otras situaciones alrededor del mundo como Honduras, con el presidente en ejercicio Juan Orlando Hernández, en Chile, Ricardo Lagos, el de Bolivia Evo Morales, que quiere perpetuarse en el poder, Angela Merkel, Canciller Federal de Alemania, el país de Francia, de África no se tiene mucha información, pero eso es algo normal; estos son algunos ejemplos, y Costa Rica no puede faltar.
Encontrado en un comentario, existe una tesis sobre las reelecciones indefinidas, “siempre conllevan el riesgo de terminar en el culto a la personalidad, que al final dejan huérfanos a otros movimientos, ya que estos terminan identificándose demasiado con sus líderes, por distintos motivos desaparecen del escenario, ya no hay quién los pueda continuar. Un democrático, sano, y organizado recambio, es la mejor manera de garantizar la permanencia y evolución de estos modelos de gobiernos”.
La reelección tiene sus ventajas y sus contras; continuar con la obra inconclusa, acumular más experiencia, etc., también lleva su desgaste. Por otra parte, el nuevo candidato tiene un mejor panorama de los acontecimientos, y aprovecha cualquier debilidad del actual, el caso de Donald Trump, presidente de EE.UU., planteó un mejor esquema de la situación del país. Algunas veces es un riesgo decir “mejor lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”.
En nuestro país, una cuestión sobre reelección y nuevos candidatos con miras a la Presidencia me tiene un poco inquieto, no sé si en política, como en el amor, todo se vale.
Pues bien, una persona abandona su casa dejando botados a su mujer y sus retoños, al tiempo el individuo regresa a su casa, después de disfrutar de los aires de Europa, pide un cafecito y un tamalito, y aquí pueblo no ha pasado nada, las explicaciones no son suficientes. Y los que cada cuatro años se ven los mismos postulándose a Zapote sabiendo que nunca van a salir electos. Con todo respeto, me parece que se debería reformar la Constitución en materia electoral sobre la actitud de desaparecer por un tiempo y el repite, cuánto le cuesta al Estado.
